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FALANGES: La Tercera Modernidad: herencia de Occidente e impulso de Oriente

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Luis Adalberto Maury Cruz

lmaury_cruz@hotmail.com

¿Cuál es el enfoque para la compresión de la Segunda Modernidad?, ¿Qué permitió el nacimiento de la Tercera Modernidad?

Con la caída del régimen neoliberal en 2020, reconocido por The economist, el modelo occidental y estadounidense de Estado, de sociedad y de persona dejan de tener hegemonía. No desaparecen, pero brotan otros modelos opuestos.

En el Occidente Colectivo se desarrolló la Segunda Modernidad, en el siglo XX (1945-2020), desde un enfoque del libre mercado e hiperindividualismo, desligadas del colectivismo, marginando a las tradiciones comunitarias, donde tiene más peso el colectivo que el individuo. Instaurada bajo la narrativa de la hiperindividualidad que ve a la mejor versión de sí mismo como fruto de la autopercepción, del hedonismo y del éxito; siendo legitimado por los derechos humanos, publicitada por los mass media y ahora por las redes sociales y las plataformas de entreteniendo como Netflx.

Al desligar al individuo de su comunidad de origen lo ciñó a la lógica del modelo neoliberal y a la imitación del estilo de vida estadounidense generando sujeciones, para garantizar intereses de grupos globales:

1) En lo económico hay un consumo basado en el fetiche de la experiencia placentera de lo inmediato, que falazmente promueve el marketing. La ganancia no está en la venta de mercancía sino en el mito de su experiencia y deseos aspiraciones del consumidor bajo el binomio de consumismo y obsolescencia programada.

No se trata de negar el mercado, sino de lo perjudicial que es el consumismo basado en ilusiones aspiracionistas y disforias. No todo puede estar sujeto a las leyes de la oferta y la demanda, por ejemplo: la salud, el ambiente sano y el trabajo digno son derechos, no mercancías.

2) En lo social hay una suplantación de la autopercepción sobre el interés colectivo. Es decir, es más importante el individuo que su comunidad. Lo nocivo es que en ocasiones el individuo se asume como se autopercibe, no como es, exigiendo ser tratado de acuerdo a su propia percepción, siendo un automito o una burda farsa.

Es obvio que no hay que asumir a la tiranía de las mayorías, pero tampoco las opresiones de las minorías, como lo establece de hecho la agenda progresista impulsada por Open Society Fundations; sino garantizar el derecho al bien social por encima de la autopercepción y del libre desarrollo de la persona. Tiene primacía la especie sobre el individuo, la comunidad sobre la autopercepción y la Nación sobre los colectivos; so pena de la extinción.

3) En lo político se sigue el esquema de la sobreprivatización, la reducción y/o eliminación del estado de bienestar, así como de una sobredesregularización de las actividades estratégicas del Estado, así como la implementación de regímenes democráticos liberales e imposición de la agenda de derechos humanos.

Democracia y derechos humanos han sido condición para acceder al crédito ante el Fondo Monetario Internacional y a la banca internacional. El no ser una Estado con una democracia liberal es pretexto para ser invado por parte de EEUU y la OTAN, países como Vietnam, Libia, Irak y no pocas naciones latinoamericanas lo viven en carne propia.

No se trata de no respetar el derecho internacional, ni de violar los derechos fundamentales sino de reconocer la libre determinación de las naciones a su autogobierno y a su decisión de organizarse social y económicamente de acuerdo a sus deseos populares.

4) En lo intelectual es un colonialismo y subordinación a las teorías, modelos y disciplinas emanados de los centros de investigación y educación superior de Occidente, por ejemplo de: Oxford, Chicago, Harvard, Yale, que se implantaron en los sistemas educativos y políticos de los Estados dependientes en el proceso de globalización estadounidense.

Hoy se trata de reconocer que filosofía, ciencia, tecnología y arte no son sinónimo de estadounidense, ni del Occidente Colectivo, sino que hay más saber fuera del otrora Occidente hegemónico. Las disciplinas no occidentales reclaman su reconocimiento como sistemas de conocimientos.

Las disciplinas occidentales son clave para el dominio estadounidense y europeo, pero no tienen su origen en Europa, Aristóteles decía: “la ciencia nació en Egipto”, el álgebra y la química son árabes, el cristianismo surgió en Oriente. Tampoco el poder occidental se pude comprender sin las revoluciones industriales de Europa y EEUU. El conocimiento es universal, su ejercicios es fuente de poder. La hegemonía de Occidente progreso por su saber y su violencia.

Las disciplinas y estas revoluciones son el germen de la actual industria pesada (por ejemplo la automotriz, el complejo industrial militar, la big pharma) y de la ligera (por ejemplo comunicaciones, inteligencia artificial como: Meta, Apple, Huawei) en el mundo, pero Oriente asimiló el saber occidental, dejando atrás para 2020 a Washington, Londres, Brúcelas y a Tokio.

Un rasgo inherente a la Segunda Modernidad que es consustancial al modelo neoliberal es el desprecio por las tendencias autárquicas en todas las dimensiones del Estado. Esto ha generado dependencias innecesarias, para garantizar rentabilidad financiera y económica a élites económicas, haciendo de las cadenas de suministros internacionales camisas de fuerzas para los países. Esto ocurre cuando las naciones y/o el Estado eran autosuficientes en algún producto o servicio, y lo dejaron de producirlo por intereses de grupos, convirtiéndose en importadores, como ocurre en el tema de la soberanía alimentaria, energética, en la investigación científica, en el desarrollo tecnológico e industrial patrio, particularmente en América latina.

En la Tercera Modernidad no desaparece el modelo neoliberal estadounidense, sino que pierde su hegemonía y unipolaridad. Se ve, aunque no lo digan los voceros del Occidente Colectivo, que se requiere un enfoque autárquico y un nuevo estado de bienestar en la medida de las circunstancias actuales y peculiaridades estatales, pues a mayor autarquía menor dependencia, este es el axioma violado por Alemania en relación a la dependencia energética del gas ruso, que está derivando en la actual desindustrialización de la locomotora de la Unión Europea (UE) y emigración industrial a América del Norte.

Con el arribo de Rusia y China al olimpo geopolítico siendo potencias no occidentales, ni neoliberales se da el paso para constituir una multipolaridad y con ella nace la Tercera modernidad. Es un enfoque más pragmático en el comercio, y menos ideológico, es un nuevo orden mundial, no yankees ni eurocentrista, sino plural y multilateral. Con ello se fortalecen los BRICS, la desdolarización del globo; el mundo árabe y latinoamericano se revela contra La Casa Blanca. Es un sisma global.

En la Tercera Modernidad el mundo es multipolar:

1) En lo económico se recrean nuevos acuerdos de libre comercio, más pragmáticos, y menos ideológicos en lo político, el mundo se empieza a reorganizar fortaleciéndose más la zona del Pacífico y el mundo de Oriente, se continúa con el modelo de libre mercado de Occidente, pero con nuevos jugadores geopolíticos y geoeconómicos.

En lo financiero se está estableciendo una canasta de monedad de reserva internacional, aunque el dólar de EEUU continúa a la cabeza, pero pierde fuerza como divisa internacional frente al rublo de Rusia y al yuan de China. El SWIFT ya no es el único sistema internacional de trasferencias de divisas, pero tiene mayor cobertura que su equivale chino y ruso.

2) En lo social hay una apertura a la diversidad cultural, donde no desaparece la agenda progresista del culto individualista, pero hay más vías para el reconocimiento de las diversidades culturales no occidentales y de cuño tradicional.

3) En lo político hay una tendencia mayor a lo neonacional y al soberanismo, no desaparece el neoliberalismo, pero cada día el descredito es mayor, particularmente en la UE y EEUU. Las manifestaciones y protestas sociales van en aumento, la inflación y la crisis energética continua siendo global, golpeando más a la vieja Europa.

Hoy hasta los Estado neoliberales nacionalizan activos de Moscú, pues Alemania lo hizo con la petrolera rusa Rosneft. También EEUU y la UE imponen topes al precio al petróleo ruso, contraviniendo la ley de la oferta y la demanda entrando en franca contradicción con sus políticas económicas, siendo la población de la UE quienes pagan el mayor coste.

El Estado toma mayor preeminencia, que hace 10 años, robusteciéndose como eje del desarrollo de la Nación, en un concierto donde los organismos como: la ONU, la OEA son más criticados y tienen menor autoridad moral en el escenario internacional, dada su parcialidad con los intereses de la potencia del norte.

4) En lo intelectual se desquebraja la filosofía, la política y la economía neoliberal, empieza a romperse la unipolaridad sapiencial de Occidente, pues el modelo neoliberal ya feneció en 2020. También en lo científico y tecnológico particularmente en: inteligencia artificial, nanotecnología y ciencias de datos ya no son referentes el Occidente Colectivo. La guerra de los chips, de última generación, la ganó China y la perdió EEUU en este 2022, esta es una razón de las tenciones de Taiwán, a saber es un conflicto de EEUU vs China en aquella isla.

En lo militar EEUU y la OTAN han sido superados en armas hipersónicas y nucleares por Rusia, China la secunda y EEUU se va al tercer sitio. La India, Corea del Norte son potencias regionales de esta índole que desoyen a la Casa Blanca, lo mismo que Siria. Esto es conocimiento, estrategia y logística, es decir filosofía de la guerra, ciencias y tecnologías militares, que rebasan al de Occidente.

Así, la Tercera Modernidad es herencia de Occidente, es impulsada desde Rusia y China, este es su origen dual. Esta época no deja de ser una globalización, como fue la que impulsó España en el siglo XVI con la primera mundialización monetaria y comercial. Pero hoy el eje no es Occidente. El mundo se tornas multipolar, soberanista y con tendencia autárquica, debido a las potencias de Oriente. En fin, ¿usted qué piensa?…

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