El cáncer infantil en Veracruz ha cobrado de julio de 2020 a la fecha la vida de más de 50 niños, un número que desde la óptica de la presidenta de Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (Amanc), delegación Veracruz, Susana Lara García, es muy elevado.
Explicó que esta situación se dio justo en medio de la pandemia por covid-19, en donde la atención hospitalaria se centró en los pacientes víctimas del SARS-CoV-2, mientras que otras enfermedades se dejaron en segundo término, una de ellas fue el cáncer infantil. Otro factor que influyó fue la cuarentena, pues muchas familias temerosas no salieron a recibir atención médica y de ahí que hubiera muchas detecciones de esta enfermedad de forma tardía. Señaló que es muy importante estar consciente de cuáles son los síntomas. “El dolor de piernas, muchas veces les dicen que es por el crecimiento, y hay que ver que no haya un bulto ni nada porque ustedes saben que hay tumores en extremidades; además, que los niños tengan palidez, tengan ese decaimiento, que no rindan igual, que estén durmiéndose en clases”, indicó Lara García.
La tasa de supervivencia del cáncer infantil en México es de apenas 56 por ciento.
En la Torre Pediátrica del puerto de Veracruz se identificó un aumento de casi 60 por ciento en el número de pacientes, ocasionado por la detección de casos tras la pandemia.
La mayoría de las familias que acompañan a los pequeños pacientes son del sur del estado, como Nanchital, Acayucan, Coatzacoalcos, Isla, Catemaco y San Andrés Tuxtla, pero también del norte, como Papantla.
La lucha para la obtención de medicamentos para las mamás de niños con este padecimiento es permanente, pues aunque ya no hay desabasto como hace algunos meses, las mamás de niños con cáncer mantienen diálogos con personal del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) para evitar una situación similar.
