Orizaba, Ver.- San Miguel Arcángel hizo vibrar a la ciudad. Los festejos del santo patrono hicieron que la población de Pluviosilla de nuevo abarrotara las calles del centro, “ya hacía falta un evento así”, dijeron los participantes.
Orizaba volvió a la fiesta. Los festejos del santo patrono hicieron que propios y extraños se olvidaran de la pandemia y salieron a las calles a festejar a San Miguel Arcángel, celebración que fue suspendida por dos años por causa de la pandemia. Las actividades iniciaron muy temprano con la colocación de las alfombras tradicionales de Huamantla.
Las alfombras, según cuentan quienes los elaboraron, y que tienen 15 años haciéndolos, “es una historia de tradición.
Mencionaron que ya tienen seis años acudiendo a Orizaba para elaborar estos tradicionales tapetes. Este domingo desde temprana hora cada uno de ellos llevó a cabo la tarea que les fue asignada, “un tapete se define por una figura, la cual es plasmada a lo largo de una calle, y este domingo empezaron a trabajarlos desde las 4 de la madrugada, teniendo como máximo de 4 a 5 horas para su terminado, pero todo depende de los moldes que lleve cada figura. Por ejemplo, los aplicados en estas calles orizabeñas solo llevan dos moldes, más la greca de la orilla, los cuales definen el estampando en el asfalto”, explicaron.
“Hay otras figuras más complicadas que pueden llevar hasta tres o cuatro moldes y en consecuencia el costo que implica su confección es diferente, pues hay que considerar costo del traslado de las personas que trabajarán y el precio de las materias primas, así como el tiempo de permanencia”.
Este domingo, fue distinto a los demás. La gente, reforzando las medidas sanitarias por el covid, recorrió las calles del primer cuadro de la ciudad donde se colocaron las alfombras y tapetes, los cuales tanto orizabeños y visitantes pudieron admirar.
