Astacinga Ver.- La época invernal que inicia en dos semanas amenaza con ser una de las más severas de los pasados 10 años; los municipios de la sierra de Zongolica se encuentran en estado de alerta debido al registro de las primeras heladas de la temporada. Las condiciones de pobreza de por lo menos seis de cada 10 familias agravan los riesgos.
Crescencia Tzompaxtle Itehua, presidenta municipal de este lugar, confirmó que las condiciones climáticas han sido adversas en los pasados días, al grado que ya se registran las primeras heladas de la época, de hecho, dice, “conforme avanza este mes de diciembre, el frío y las heladas, igual se agudizan y se espera que conforme avance la temporada invernal el termómetro caiga aún más”.
Por ello, explica, “en coordinación con la unidad regional de Protección Civil iniciaron una serie de operativos para recomendar a la población evitar exponerse a los cambios bruscos de temperatura, tomar bastante agua, cubrirse con al mnos tres capas de ropa y consumir frutas ricas en vitamina C, como la naranja”.
Entre los riesgos que se tienen es que la temperatura baje de forma importante “pero esperamos a que no llegue a otros niveles y con ello las enfermedades propias de la época, como lo son infecciones respiratorias que por el covid-19 pudieran complicarse”.
A estas condiciones, reconoce, hay que agregar la precariedad en la que se encuentran la mayoría de las familias de este municipio, ya que de acuerdo a los datos de la misma presidencia municipal se calcula que al menos 80 por ciento de varones jóvenes se van a buscar mejores opciones de trabajo a los Estados Unidos y dejan a sus familias “a la deriva”.
Las familias en esta zona de la sierra de Zongolica sobreviven del dólar, y son muy pocas las que se siembran y cultivan en los campos de la región. Esas mismas condiciones económicas provocan que las familias carezcan de dinero suficiente para comprar ropa de abrigo, tener en mejores condiciones sus viviendas, la mayoría de ellas son construidas a base de láminas de cartón, zinc, madera y muy pocas son de mampostería.
Reconoce la munícipe, además, que el ayuntamiento no tiene el presupuesto suficiente para atender este tipo de necesidades. Esperan que la Secretaría de Protección Civil del gobierno del estado les apoye, sobre todo con cobertores, así como láminas para distribuirlas entre las familias del municipio.
