Veracruz, Ver.- La afectación que está generando en el manglar el relleno ilegal que de acuerdo con pescadores realizan empresas constructoras de grandes fraccionamientos residenciales es cada vez mayor.
Por ello pescadores de la comunidad Mandinga se manifestaron con una caminata pacífica pues exigen ser escuchados. “Lo que tenemos en vista son Punta Tiburón, Mandara y la Rioja, más los otros que están, que toda la orilla de la laguna, están programados para fraccionadores de la alta sociedad”, afirmó Amado Rodríguez, representante de la cooperativa Fraternidad de Mandinga.
A muchos les preocupa que tan grave llegara a ser el daño al ecosistema pues ni las autoridades de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ni la Procuraduría de Medio Ambiente (PMA) del estado han hecho algo pese a que hay denuncia. “Aparte los fraccionamientos nos están rellenando todo, manglares, humedales”, dijo Amado Mora, presidente de la cooperativa Pescadores Unidos por Mandinga.
Para Erineo Pulido, presidente de la Sociedad Cooperativa Mandinga-Matosas, la situación está por tornarse insostenible debido a la depredación de estas grandes empresas constructoras que buscan hacerse, a como dé lugar, de los permisos y terrenos para hacer las hermosas casas residenciales que tienen una alta plusvalía en la zona
“Ya estamos rodeados de los fraccionamientos (…) todos los drenajes que están llegando, todo lo que está en El Dorado. Ahí está el tubo grandísimo el drenaje a la laguna, todos los fraccionamientos ahí cerca está llegando a la laguna”, expuso.
Asimismo, Abraham Portela, agente municipal de Mandinga, refirió que la principal actividad de la zona, la recolección de ostiones y la pesca, está muy afectada por los sedimentos. “Toda la arena va a parar a la laguna y nos afecta porque es algo natural, un criadero de camarón de todas las especies, jaiba. Tenemos problema con el banco de ostión grande. Aproximadamente a 100 metros de Punta Tiburón están metiendo relleno y no lo paran. Y las autoridades correspondientes no hacen nada”, dijo.
Julio, otro pescador, recorre cada mañana una zona que se ubica a unos 50 metros de la orilla de la laguna chica de Mandinga, en la fila donde acaban los restaurantes del bulevar, en donde estos rellenos clandestinos le han ganado terreno al mangle.
En el lugar se observan cortes en mangles que atribuyen a la maquinaria pesada. En caso de que la autoridad no los escuche, buscarán tomar otras medidas.
