Para la construcción del Nido del Halcón en la avenida Arco Sur en Xalapa no se presentó Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA), un instrumento que busca prevenir, mitigar y restaurar los daños ambientales que generen las obras realizadas.
La obra que taló cerca de 89 árboles en un área arbolada se encuentra en la primera de dos etapas de construcción, pero la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) solo emitió un dictamen de congruencia en materia de ordenamiento ecológico y determinó que “no era necesario” presentar el MIA.
La nueva sede de los Halcones de Xalapa se construye en un espacio de 14 mil metros cuadrados y está diseñada con una capacidad de 8 mil personas, pues el graderío tendrá 5 mil 35 butacas en zona general, mil 440 en preferente y mil 525 desmontables, mientras que el estacionamiento subterráneo contará con 351 cajones en cuatro niveles.
La obra incluye taquillas y plazoleta cultural en la zona de ingreso, un área administrativa y otra operativa que incluye vestidores (local y visitante), gimnasio, sala antidopaje, staff, primeros auxilios y un camerino; entre otros complementos como tienda, cabina de medios y sanitarios, todo ello con una inversión que al momento ya rebasa los 730 millones de pesos.
A través de transparencia la Secretaría del Medio Ambiente, informó que la opinión en materia de impacto ambiental se emitió en el oficio Sedema/DCCEA/0004273/2022 (expediente número IRA/MTD-077/2022 Ref IRA-0850/2022 de fecha 27 de mayo de 2022), en el que se indica que “el proyecto no requiere presentar Manifiesto de Impacto Ambiental para realizar los trabajos relacionados”.
La opinión señala que de acuerdo con el programa de ordenamiento ecológico, el área del proyecto se encuentra sujeta a planeación urbana y sólo deberá cumplir con los criterios de regulación ecológica.
A su vez, el Instituto de Espacios Educativos informó que en la zona se derribaron un total de 89 árboles en el predio, que en su mayor parte fueron de tamaño pequeño o mediano, para lo cual la Secretaría del Medio Ambiente, expidió una “autorización condicionada de aprovechamiento en terrenos diversos a lo forestal”.
El documento detalla, que la autorización se dio el 31 de enero del 2023, a través del oficio número SEDEMA/DDFO038/2023.
Según el informe, la materia prima derivada del aprovechamiento fue picada y trozada para incorporar al suelo a fin de mejorar su composición, los trozos grandes se utilizaron como simbra para construcción en el sitio, y posteriormente fueron trozados e incorporados al suelo.
Deben explicar por qué no hay MIA: Investigadora
Ante ello, la investigadora del Centro de Investigaciones Tropicales (Citro) de la Universidad Veracruzana (UV), Beatriz Torres Beristáin, indicó que al tratarse de una obra de gran envergadura debería haberse presentado la MIA para conocer qué daños ambientales tendría y cómo remediarlas.
“No debería haber excepciones para presentar un Manifiesto de Impacto Ambiental porque es un documento donde al hacer una obra no dice qué daños están dando al medio ambiente y cómo remediarlos, por eso cuando se presenta hay una resolución por parte de la autoridad pertinente que tendría que decir si es posible o no”.
Consideró que resulta extraño que para este proyecto —que tiene una extensión de 14 mil metros cuadrados— se haya decidido no necesario presentar el manifiesto.
“Me parece extraño, tendríamos que ver en base a qué y cómo respondemos a esto que, yo no quisiera decir que es ilegal, pero sí nos muestra a los ciudadanos que hay otras maneras de llegar a realizar obras y para mí ese mensaje me parece muy peligroso”.
