Orizaba, Ver.- “Fue la imprudencia”, manifestó César Silva, representante de Grupos de Montañistas del Valle de Río Blanco, acerca de las causas del percance que tuvieron 11 montañistas de Jalisco en la cima del Pico de Orizaba; ante ello, consideró urgente que agencias de viaje que ofrecen visitas a la montaña sean reguladas por la autoridad, pues muchas no tienen personal experimentado.
Con 55 años de experiencia, expresó que más allá de las condiciones climáticas que imperaron en la montaña el fin de semana, el origen del percance de los alpinistas fue la determinación de no suspender el ascenso al volcán más alto de la República, “más que nada por la imprudencia porque la montaña te manda mensajes, señales de que sí es posible subirla o no. (Si) tú no haces caso a esas advertencias ahí están las consecuencias”.
Recordó que el 4 y 5 de febrero él y varios contingentes estuvieron en la cara norte del Pico de Orizaba y hubo un fuerte viento que prácticamente los cegó por las ráfagas de viento que eran de 80 a 90 kilómetros por hora y la tierra que levantaba. “No te podías sostener en pie; había mucho derrumbe y a pesar de que estábamos arriba de los 5 mil metros decidimos regresarnos. Éramos varios grupos, alrededor de 300 personas que intentábamos hacer el ascenso. Decidimos regresarnos, tomamos la decisión de no arriesgar la vida de nadie”.
Comentó que eso debieron hacer los montañistas jaliscienses al ver la nevada y la ventisca.
“Tengo entendido que su intento era cruzar de la cara sur a la norte; pero si no conoces la montaña o no llevas guías experimentados ocurren estos accidentes. Lo peor del caso es uno de los perdidos es el guía”.
Sostuvo que hay un vacío de logística permitido por la autoridad, “es muy claro que los ascensos deben ser reglamentados como ocurre en La Malinche, en el Iztaccíhuatl. Pero el Pico de Orizaba es el único en donde no hay medidas de protección, de seguridad y vigilancia. Se ignora por qué las autoridades no lo han hecho. La Comisión Nacional de Áreas Protegidas, ya tiene gente que está cobrando los ascensos, pero no hacen nada por vigilar”.
Ejemplificó que en el Iztaccíhuatl hay pasos controlados en donde previo pago te permiten el acceso pero también lo restringen si hay nevadas; sin embargo, el Pico fue el único que estuvo abierto con este clima. Nadie se preocupó por vigilar (tampoco al Cofre de Perote)”.
Añadió que otro de los problemas son las agencias de viaje, las que sin experiencia en el ramo del montañista ofrecen excursiones sin contar con los servicios de personal especializado, “debe haber una regulación para estos establecimientos que ofrecen este servicio, lamentablemente no los regulan y es un verdadero negocio que puede ser fatal; hay gente que de eso vive prácticamente. Hay guías que se dicen ser certificados por todos lados, pero no hay quien regule”.
Propuso que la regulación la haga la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), que tiene todas las facultades para regular las visitas a los parques y que visitantes cumplan requisitos y lleven el equipo y la experiencia necesarios.
