El gobernador Cuitláhuac García Jiménez aseveró que en Veracruz no hay impunidad ni se va a permitir que un acto de venganza entre grupos delincuenciales atente contra la tranquilidad de los veracruzanos.
Esto, luego de que los cuerpos de al menos nueve personas fueran abandonados en la carretera Isla-Santiago Tuxtla, para lo cual ya tuvo el mandatario comunicación con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).
Mientras tanto, se ha desplegado un operativo con el apoyo de las secretarías de Marina-Armada de México (Semar), de la Defensa Nacional (Sedena) y Guardia Nacional (GN), en coordinación con la Seguridad Pública (SSP).
García Jiménez dejó en claro que quien cometa cualquier delito del fuero común o federal, sobre todo homicidios, quedará sujeto a la justicia. “Vamos a actuar de manera contundente contra todos los grupos que antes tenían acuerdos con las administraciones estatales”.
Agregó que están molestos pero no importa, “porque nosotros estamos para atender la seguridad de la población y vamos tras todos ellos, sin distingo”.
“No habrá acuerdos con grupos delictivos”
“Nosotros no vamos a entablar ningún tipo de diálogo con los grupos delictivos, vamos a actuar apegados a derecho y quien cometa estos actos recibirá todo el peso de la ley. No tenemos temor, ya sabíamos a qué veníamos, a un estado donde se dejó penetrar a los grupos delincuenciales”, expresó el gobernador en relación a los ocho cuerpos abandonados en la carretera Isla-Santiago Tuxtla.
En relación con la integridad del secretario de Gobierno, Éric Patrocinio Cisneros Burgos, quien fue amenazado a través de un vídeo, respondió que él está tranquilo y seguirá haciendo sus labores de manera normal.
Por ello, señaló que hay que mostrar contundencia, actuar de manera pareja; “no tenemos ningún temor, el secretario está tranquilo”. Además aclaró que hoy el combate a la delincuencia no es una confrontación de guerra, como se hizo en el pasado.
El mandatario explicó que debido a su ubicación estratégica, Veracruz es conexión con el sur y norte de América, y resulta una zona codiciada para las actividades ilícitas de los delincuentes. Hoy la inseguridad se atiende de manera transversal, y en la región de la Cuenca del Papaloapan se siente el trabajo a favor del bienestar al reactivar la economía y la cultura, por lo que ahora los delincuentes se han sentido desplazados.
