miércoles, mayo 8, 2024
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El Colegio de Veracruz seguirá formando cuadros políticos y administrativos profesionales 

Mario Raúl Mijares Sánchez

La clave para llevar adelante el Nuevo Proyecto de Nación, enarbolado por el actual presidente de la república, radica en apuntalar este ejercicio de reestructuración nacional en las nuevas directrices que han guiado el destino de los pueblos en las últimas décadas, donde una recuperación gradual de la soberanía nacional y el distanciamiento del dominio hegemónico político, económico y cultural de los centros monolíticos de poder hace que se refuercen las bases de autodeterminación de nuestros pueblos.

Así, pues, será con base en el conocimiento de la historia patria de nuestro país como se lograrán materializar las metas y tareas de un trabajo de semejante calado, siempre en pro del beneficio de las mayorías, vistas en otros tiempos como clientela política, casi con desprecio, con un fin meramente utilitarista, quedando al margen del cobijo de las responsabilidades del Estado. 

Desde esta perspectiva resulta inaplazable atender las inquietudes de los jóvenes tanto por el conocimiento político como administrativo y público del país, y más aún si tienen las cualidades suficientes para convertirse en dirigentes con un alto grado de honestidad y capacidad, y en cuya esencia primen la honorabilidad, la eficiencia, la disciplina y el don de mando para presidir un buen gobierno, o bien administrar con probidad.

Pero, ¿qué significa contar con buenos cuadros?, y, sobre todo, ¿cómo emplearlos de manera apropiada? Para ello es necesario dejar a un lado las prácticas malsanas llevadas a cabo por los dos distintos partidos y gobiernos emanados de la racionalidad política neoliberal durante las últimas promociones sexenales. Es por todos sabido que la “mecánica” para seleccionar a los cuadros tanto políticos como administrativos obedecía a un interés ajeno a las aspiraciones del pueblo. A ese uso discrecional y punitivo para recabar personal ajeno a cualquier formación política y sin ninguna experiencia en el aparato administrativo se le debe la terrible erosión de la administración pública. Huelga decir que la mayoría de ellos carecía de integridad moral, y lo que es peor, de competencia laboral o profesional. 

No se puede dejar de mencionar que en la época posrevolucionaria sí se formaron cuadros profesionales, un periodo histórico en que la UNAM y las universidades estatales, además del Instituto Nacional de Administración Pública, cumplieron con los requerimientos de este ciclo político, en donde el Partido Revolucionario Institucional cooptó a una considerable pléyade de jóvenes, los cuales en su momento construyeron a este país. 

En virtud de anterior, la estafeta ahora le corresponde a El Colegio de Veracruz para formar a jóvenes que tengan firmes convicciones de servir al pueblo mexicano, que sean dirigentes que se atrevan a asumir sus responsabilidades y mantenerse íntegros y honestos al frente de los destinos de México. Pero sobre todo que crean en el Nuevo Proyecto de Nación. 

Esa es la noble aspiración que tiene la rectoría del Colegio, particularmente con la esperanza de que se pueda llegar a los lugares más distantes de la república y de Veracruz en específico. En las distintas épocas signadas por las transformaciones, numerosos jóvenes fungieron de bastión de lucha para consolidar un proyecto de construcción nacional, ya fuese en la reforma o la revolución, forjando así parte de las instituciones de este país, dejando su legado en favor del pueblo mexicano. 

Sin duda, el estudio ayuda a progresar. Por tanto, los cuadros que forme esta universidad tendrán que llevar a cabo la experimentación, llevar a la práctica lo aprendido por medio de las herramientas teóricas, con el denuedo de fraguar los ideales de cada uno de los hombres y mujeres libres que participen en la consecución de tan preciado fin.