En el recorrido de María de Jesús López José para conocer la verdad sobre la desaparición forzada y homicidio de su hijo, Carlos David Bautista López, ella ha visto cómo se diluye su derecho a la justicia, al ver que tres de los seis policías de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) que fueron detenidos quedaron en libertad, al igual que la ex novia, Olga “N”; y de manera reciente el fallecimiento el jefe de todos ellos, el ex director de Prevención y Reinserción Social del duartismo, Óscar Sánchez Tirado
En entrevista, María de Jesús lamentó que, a siete años del crimen de su hijo, el principal autor murió sin recibir la sentencia que probablemente lo mantendría de por vida en la cárcel. “No había sentencia, estábamos en la espera de la nueva fecha, incluso apenas tenía seis o siete meses que se había hecho la complementaria que era para pasar a juicio, y nosotros ganamos esa audiencia y se iba a dictar la sentencia en esta nueva audiencia que hubiera, pero ya no llegó la justicia, la de aquí de la Tierra no, pero la divina ya ven, es algo que nadie se esperaba”, expresó.
Expresó sus dudas de que Sánchez Tirado haya muerto cuando estaba por venir la audiencia en la que el Juez del Poder Judicial de Veracruz le dictaría la sentencia. “Quisiéramos tener la certeza de que realmente falleció, porque ya ven ustedes cuántas cosas se ven hoy en día” expresó la madre de familia.
Con la muerte de Sánchez Tirado solo quedan tres policías estatales en el penal de Pacho Viejo en espera de asistir a la próxima audiencia con un juez de control, para continuar con el proceso penal y obtener justicia, expresó María de Jesús. “Pido justicia, es lo que pedimos siempre, que haya justicia, que los tres que estén reciban sentencia. Vamos a ver cómo se va a resolver lo de los demás que están en proceso”, dijo.
María de Jesús no conoce con certeza de qué falleció el acusado, y recuerda que hace unos meses le hicieron saber que Sánchez Tirado recibió una sentencia por otros delitos ajenos al caso de Carlos Bautista, que lo acusaba la Fiscalía General del Estado (FGE), y eso complicó su salud.
“Habían informado que estaba mal y que fue necesario llevarlo a un hospital, pero no era una enfermedad de algo así como que se va a morir, sino que dijeron tenía una hernia en el disco de la columna y eso le estaba afectando, que le dio un dolor muy fuerte en el cuello, según que ese fue el diagnóstico, pero no sabemos bien qué pasó”.
De los seis policías detenidos en septiembre del 2017, tres obtuvieron amparos por parte de un juez federal y quedaron en libertad; y otros tres están en el penal de Pacho Viejo en espera de la siguiente audiencia que cite un juez. “Tres salieron libres porque el juez dijo que no había delito que perseguir supuestamente, pero la Fiscalía si comprobó que sí había pruebas, y el juez dio otra solución que salieran libres”, finalizó María de Jesús.
Carlos David Bautista López, de 29 años, desapareció el 15 de septiembre del año 2015. Fue visto por última vez alrededor de las 7 horas de ese día en la unidad habitacional Del Valle en Xalapa, afuera de la casa de su novia, Olga Hebe Jiménez.
Dos años después, el 20 de septiembre del 2017, policías ministeriales de la FGE al mando entonces de Jorge Winckler, y en coordinación con su par de Sinaloa, detuvieron a Óscar Sánchez Tirado y a su pareja, Olga Hebe Jiménez, en el mencionado estado, para trasladarlo a una de las salas de juicios orales del Distrito Judicial de Xalapa con sede en Pacho Viejo, municipio de Coatepec, para ser puesto a disposición del juez que lo reclamó.
Personas cercanas a Sánchez Tirado informaron que la semana anterior fue trasladado del penal de Pacho Viejo a un hospital de Xalapa porque supuestamente tenía un dolor en la espalda a causa de una hernia, y el miércoles 26 de octubre de manera no oficial se dio a conocer que falleció de un infarto.
