Pensando en el sector de la población que presenta discapacidad auditiva o pérdida total de la audición y que los ubica en un grupo invisibilizado, Martín Ordaz Cruzado, consejero alumno de la Facultad de Historia de la Universidad Veracruzana (UV), diseñó un proyecto para promover espacios de difusión de esta disciplina para personas de esta comunidad.
Se trata de “Historia sorda”, cuyo nombre alude a la poca atención que se da a este sector poblacional y a que la divulgación de la historia casi siempre está dirigida a las mismas personas, sin tomar en cuenta a otras comunidades.
Refirió que el origen de su trabajo derivó de una charla que tuvo con Karla Priscila Bonilla Hernández, intérprete de Lengua de Señas Mexicano (LSM), quien le habló del rezago que existe en la educación y la poca creación de este tipo de espacios de aprendizaje.
Con esta observación, Martín Ordaz buscó crear espacios de difusión histórica dirigidos específicamente a la comunidad sorda y con ello dar respuesta a esta necesidad; para ello hizo un sondeo entre personas con esta condición a fin de conocer los temas de su interés y lo que les gustaría aprender.
Los temas sugeridos fueron: El México prehispánico; La colonia e Independencia; El México independiente; El Porfiriato; La Revolución, y México contemporáneo.
Una vez definidos, diseñó ciclos de conferencias que tuvieran como característica el uso de imágenes que lograran capturar la atención de las personas sordas, en tanto que las y los ponentes contaron con el apoyo de un intérprete de LSM.
Debido a la pandemia, en marzo de 2021 iniciaron los conversatorios virtuales a través de la plataforma Zoom de la Casa Sorda, dependiente de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV), y en ellos participaron docentes de la Facultad de Historia.
El primer ciclo, titulado “La historia de México a través de los años”, constó de cinco conversatorios: “Conociendo nuestra historia: el México antiguo”, a cargo de Yuyultzin Pérez Apango; “Virreinato de la Nueva España”, por María del Rosario Juan Mendoza; “Guerras internas y externas”, por el propio Ordaz Cruzado; “Del Porfiriato a la Revolución: Historia de las mujeres porteñas”, por Dora Cecilia Sánchez Hidalgo-Hernández; “Movimientos sociales en México”, por Jorge Alberto Rivero Mora.
Al segundo ciclo, efectuado en agosto del mismo año, se le denominó “Historia de México: ¿Héroes o villanos?” y con él se pretendió desmitificar varias situaciones que se hicieron presentes en la historia del país; se habló de “La historia oficial: la construcción de un orgullo nacionalista”; “Malintzin: una mujer de bronce en la historia de México”; “Agustín de Iturbide: La construcción política de un villano favorito”, y “José Vasconcelos: ¿un antihéroe? Rutas de un personaje”.
En octubre y en fechas por definir, está previsto un tercer ciclo de conferencias.
“Pensar y repensar hacia dónde se dirigen nuestros trabajos, es una tarea en la creación de espacios idóneos para las diversas comunidades en todo el país”, consideró el joven universitario.
