Orizaba, Ver.- El precio que los indocumentados centroamericanos pagan en su paso por nuestro país es muy elevado: secuestros, asaltos, abusos sexuales y delincuencia organizada son, entre otros, los riesgos a los que se exponen en el éxodo desde sus países de origen; el programa “Quédate en México” ahonda la inseguridad. El país y su militarización en la frontera sur empeoran la crisis de derechos humanos.
En un comunicado, Las Patronas puntualizan la discriminación e inseguridad que viven los migrantes en su tránsito por nuestro país con rumbo a los Estados Unidos, principalmente; “autoridades van y autoridades vienen y la situación de los hermanos migrantes en México año con año empeora”, se lee en el primer párrafo del documento.
La militarización de nuestra frontera sur “ha reducido la crisis de derechos humanos, los discursos oficiales están llenos de contradicciones pues por lo que cuentan los compañeros, que llegan a nuestro comedor hablan de un enorme grado de violencia en contra de niños, mujeres y hombres que solo buscan un lugar para vivir en paz”.
La tragedia en la que murieron 55 migrantes en Chiapas “confirma que la vida de un ser humano no le importa a ninguna autoridad de Centroamérica, México y Estados Unidos, esto nunca debió ocurrir y sin embargo, se ha repetido de distintas maneras: descarrilamiento del tren, secuestros masivos, operativos violentos de agentes de migración para las caravanas, robos en retenes de las policías municipales y estatales a lo largo de la ruta migrante, abuso por parte de los polleros, casas de seguridad y una larga lista de delitos que se cometen bajo el escudo de la autoridad o con apoyo de ésta”.
Lo ocurrido en Chiapas abre una serie de interrogantes “¿Quién permitió que ese tráiler circulara? ¿porque las condiciones de vida para los más necesitados son las más injustas?, ¿porque las leyes migratorias lejos de proteger a los migrantes son las más fallidas?
El gobierno de México ha permitido implementar el programa ‘Quédate en México’, un programa consensuado entre dos sistemas que han mostrado su desprecio por la seguridad de las y los compañeros migrantes, que huyen de la violencia que prevalece en sus países de origen”.
El terrible accidente “sólo es una muestra de lo que les espera a los migrantes que obligan a permanecer en México sin ninguna protección real de sus derechos humanos, nosotras, mujeres y hombres del comedor ‘La esperanza del migrante’ que trabajamos en la defensa y de la dignidad de los migrantes en cualquier parte del mundo, exigimos justicia pronta y expedita intervención efectiva de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, ante las reiteradas violaciones de las garantías individuales de las personas migrantes en México.
”Exigimos respeto y un trato digno a los 55 cuerpos así como una debida atención y apoyo los familiares de estos hermanos que perecieron en busca de una oportunidad; debida atención médica, eficaz a los compañeros que resultaron heridos, visas humanitarias efectivas a todos los familiares así como acompañamiento en todo proceso legal, estamos tristes en este momento, pero es más grande y profunda nuestra indignación”, concluyen.
