Dinero Tropical
Por José Hernández Herrera
Hay una frase graciosa que dice “un banco es un lugar que te presta dinero si puedes probar que no lo necesitas” y, sin embargo, los bancos en Veracruz y México son necesarios y útiles para el ahorro formal y el crédito. Pero para que sean necesarios y útiles se requiere cultura financiera de la población en general para ocuparlos eficientemente
En México, al 2023, operan 50 bancos en nuestro territorio. Sin embargo, como suele suceder en otros sectores estratégicos, la Banca en México también está monopolizada o por lo menos existen pocos bancos que tienen la mayor parte del mercado a nivel nacional.
Para ser concretos, estos siete bancos gigantes son BBVA Mexico, Santander, Banorte, Banamex, HSBC, Scotiabank y finalmente Inbursa. Estos bancos representan el 76.7% de los activos del sector.
Los bancos están de fiesta
Según la nota publicada en La Jornada el pasado 16 de octubre de 2023, los bancos cobraron en intereses mas de un billón de pesos entre enero y agosto de este año.
El número no podría significar mucho para un ciudadano de pie, sin embargo, estos datos son excelente noticias para la banca privada. Es la primera vez que superan en ese mismo periodo la cantidad de un billón en réditos.
¿De donde están saliendo estos grandes resultados?
Según la CNBV indica que existen dos grandes razones para este éxito:
1.-Los intereses en créditos a personas y empresas. Especialmente aquellos pagos que no se han realizado a tiempo y genera otro tipo de comisiones e intereses. Esto se agrava porque en muchos de los créditos las tasas de interés han subido en meses recientes.
2.-El Banco de México está pagando unas tasas de interés altísimas por los Bonos del Gobierno. Para los bancos el comprar estos bonos ha sido un negocio redondo.
El problema no es solo de las tasas altas de interés. Es también de aprender a usar los créditos.
Bajo el contexto de una banca privada que se encuentra manejada por 7 grandes bancos y donde esos mismos bancos ganan mucho mas en comisiones que incluso en otros países de América Latina, el problema podría dirigirse únicamente hacia los bancos. No nos confundamos, sin la menor duda los bancos privados más allá de sus ganancias tienen que ser un actor para el desarrollo económico de un país. Para nada deben ser una versión moderna de los usureros. Y según su funcionamiento actual, el poder legislativo y el gobierno federal tienen mucha tarea en esa regulación.
Sin embargo, al mismo tiempo, la cultura financiera debe de surgir no desde la banca privada, sino desde el propio gobierno y especialmente de la ciudadanía en su conjunto.
Por ejemplo, el director Ignacio Martinez, director del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (Lacen) de la Unam menciona en la misma nota de La Jornada que “En algunas tarjetas, las tasas de interés han subido hasta en 75 por ciento”.
La educación financiera reduciría en millones los costos para los usuarios si supieran ocupar comparadores de tarjetas de crédito en la página de la CONDUSEF para saber cuál banco ofrece mejores tasas de interés en las tarjetas de crédito. Es un proceso que lleva menos de una hora con la información adecuada.
En cuanto a otorgar tarjetas con poco requisito y las personas gastan más de lo que le permiten sus ingresos. Sin duda existe un problema de regulación hacia los bancos. Pero el problema también radica en ocupar una tarjeta de crédito para gasto corriente sin pagar la totalidad a final de mes cuando el crédito tiene sus funciones específicas y sus márgenes de acuerdo con los ingresos de cada persona. Eso es educación financiera.
