miércoles, mayo 1, 2024
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Falanges: Lo políticamente incorrecto y la censura

Luis Adalberto Maury Cruz
lmaury_cruz@hotmail.com

Los ataques a la libertad de expresión son asumidos como políticamente incorrectos, cuando tocan los intereses de las narrativas dominantes. Si la libertad de expresión contraviene los intereses y las narrativas dominantes y si estas son autoritarias entonces hay censura. El hecho de exhibir verdades o externar opiniones críticas generan incomodidad que pueden poner en jaque a actores políticos, económicos, sociales y/o religiosos.

Hoy se presentan varias formas de la censura como: 1) Censuras políticas hechas desde el deep state, el gobierno y los grupos de poder fáctico; y 2) La mediática que son censuras hechas por usuarios y colectivos en redes sociales, son los propios consumidores de contenidos quienes dicen que está bien y que está mal.

Pero, ¿qué es la libertad de expresión? es la condición sine qua non de la vida política, el medio para opinar, publicitar e informar, también para mentir e insultar; gracias a esta libertad hay pluralidad, divergencia, debate, discusión, confrontación de ideas, de interpretaciones y de creencias esto es la verdadera vida pública y política, sin libertad de expresión no las hay, sólo habría una sola forma de ver y de vivir.

La libertad de expresión se manifiesta en la propaganda y en la publicidad, en la información y en las fake news, en la opinión y en el insulto, pero ¿cuál es su límite?, ¿tiene sentido hablar de un límite?

Propaganda y publicidad

Lisa y llanamente toda propaganda y publicidad, hoy le llaman marketing, “miente” o al menos no dice toda la verdad o la encubre, en el primer caso se busca persuadir para obtener adeptos e incrementar la militancia, en el segundo caso se busca el lucro, un posicionamiento para vender un servicio o un producto. (Si los inversores de las campañas políticas buscan negocios, en ese sentido la propaganda busca en última instancia el lucro como la publicidad). La primera es de orden ideológico y la última es de carácter mercantil.

Sería ridículo censurar a un comercial o eslogan político si muestra o dice por ejemplo: “esta soda te quita la sed” o “¡Hagamos América grande de nuevo“ utilizado por Trump. Debería haber censura si se atenta contra: la salud pública, el orden público y la seguridad nacional, por evidentes razones. Por lo tanto, el límite de la libertad de expresión en esta área es el bien común.

Información y fake news

La información es decir verdad, que lo señalado refiera, remita o corresponda con la realidad, una fake news es una noticia falsa por eso es desinformación. No siempre se puede informar, porque la información puede ser reservada como en una investigación ministerial, por seguridad nacional, por ser secreto industrial o personal (en términos jurídicos de datos y secretos personales). De no ser información reservada, ni secreta y al haber un interés público, como en la administración pública, sería una violación al derecho del acceso a la información pública y una violación a la obligación de la transparencia y rendición de cuentas, (cuando hay tal andamiaje jurídico).

Hay fake news sólo por dos motivos: uno por error, lo cual es poco frecuente y, dos por interés como ocurre: en las consignas políticas dolosas, o por razón de Estado cuando se miente para apalear o impedir los efectos nocivos de un evento o conflicto económico o militar. La información no debería publicitarse, y hasta hacer fake news, cuando sea necesario para mantener el orden público y la seguridad nacional, por evidentes razones.

Opinión e insulto

La opinión, per se no es falsa o verdadera, es una postura y apreciación de algo que puede ser correcta o no, por ejemplo, sobre un hecho, acción o idea. Hay opiniones que generan incomodidad en ciertas personas, pero tampoco la opinión es incomoda en si misma. Por ello, hay plena libertad de opinar, si hay libertad de expresión.

El insulto agrede a quien lo asume como tal y evidencia quien lo profiere, depende de la condición personal y de las circunstancias de tiempo, modo y lugar. El insulto no está en quien lo emite sino en quien lo recibe, es un agravio emocional propiciado no por quien ataca sino por quien se toma lo dicho de forma personal. Las palabras, las “malas palabras”, las majaderías son groseras dependiendo de las circunstancias y de la estabilidad emocional del insultado.

El insulto es diferente del maltrato emocional o de la violencia verbal, en estos casos hay daño a la estructura emocional, económica y/o moral, siendo objetivo, no es una autopercepción, se tendrá que demostrar fehacientemente tal daño. Por lo tanto, si bien no hay derecho a insultar, pero si depende de uno engancharse o no con un insulto.

Ataque a la libertad de expresión: dudar para comprender

Las censuras políticas, veamos los siguientes casos:
1) El caso de Trump que siendo presidente de EEUU que le bloquearon sus redes sociales, muestra no sólo la intolerancia sino también la contradicción, el choque de intereses de los grupos de poder y la inestabilidad del deep state en EEUU, con su gran crisis política, (sin omitir que también tienen una económica y financiera).
2) La censura para publicitar opiniones distintas a las establecidas por el establishment en el tema del Covid-19 en la pandemia, por ejemplo sobre los movimientos antivacunas, sin omitir que la OMS señaló que la mejor vacuna seria la inmunidad de rebaño, que las vacunas están en fase tres, y el bloqueo a las vacunas cubanas, chinas y rusas por parte del Occidente Colectivo era y es un movimiento que atenta contra el negocio de la big pharma.
3) La censura a los medios de comunicación rusos como: RT y Sputnik, y de los prorusos tras la guerra en Ucrania. Esta muestra una imposición desde el establishment, amén de las fakes news y la propaganda occidental.
4) Hoy la campaña sionista (que es un movimiento internacional que no todos los judíos comparten), que presentó un rostro visible con un grupo de famosos judíos (sionistas) y personas influyentes que se han reunido con ejecutivos de TikTok (que es una empresa china censurada por Washington) para presionar a favor de la censura de las posturas propalestinas (“Más de 30 personas se unieron a la videollamada de 90 minutos, incluidos los actores Sacha Baron Cohen, Debra Messing y Amy Schumer… El grupo está alarmado por el aparente aumento de contenidos antisemitas y desinformación en la aplicación, tras el atentado de Hamás del 7 de octubre”, de acuerdo a Euronews.) Estos intentos de censuras del deep state occidental (que lo constituye la gigabanca sionista, que ha financiado a Israel), siendo un choque contra el otro polo de poder global que es China con su empresa TikTok.
5) El caso penal y de aprensión contra el australiano Julian Assange en EEUU quien fundó WikiLeaks, quien entró en la web de la NASA y del Pentágono con el seudónimo de “Mendax”, en 2010 publicó cientos de miles de documentos secretos de EEUU que evidenciaron el abuso que cometió en las guerras de Irak y Afganistán. (También señalan a Omar Yunes Marquez hijo del exdiputado federal y exgobernador de Veracruz por el PAN, quien aparece en la lista de los que supuestamente usaron paraísos fiscales, al lado de la actriz Edith González y los empresarios Juan Armando Hinojosa Cantú, Ramiro García Cantú, Ricardo Benjamín Salinas Pliego y Guillermo Cañedo White). Evidentemente, es una venganza del establishment por atentar contra los intereses del status quo, recubierta por la legalidad señalándolo de conspiración, por haberse infiltrado ilegalmente en la base de datos e información clasificada de distintos países y en particular de EEUU.
6) El caso penal por delitos de difamación y calumnias, y aprensión contra Alfredo Jalife-Rahme este 6 de diciembre, Jalife tiene 75 años de edad, quien señaló: “…estuve esposado por 36 horas…” y fue trasladado de la C. de Mexico a Monterrey, Nuevo León, la parte acusadora pidió que “…ya no aparezca más en redes sociales…” todo ello por parte de Tatiana Clouthier quien realizó la denuncia en 2022, actualmente es la vocera de la precandidata a la presidencia de México por MORENA, Claudia Sheinbaum.
Esto muestra la falta de tacto político y es un precedente de intolerancia; todo esto por una crítica a su función pública, de Clouthier, cuando era secretaria de economía, quien fue señalada de antimexicana y de entreguista.Esto es una fractura de MORENA. No hay que omitir que Jalife ha hecho críticas y análisis desnudando la corrupción en Mexico, en MORENA y también ha señalado intereses globales de transnacionales en México, sobre todo en el tema de energéticos (petróleo y electricidad) y del litio.
Jalife es un intelectual y una eminencia mundial en geopolítica, fundador de MORENA y es un Premio Nobel. No hay que omitir sus criticas y análisis al deep state del Occidente Colectivo, al sionismo, al modelo neoliberal que ha plasmado en sus columnas en el portal ruso Sputnik y en la Jornada, en su portal: “Radar geopolítico”, así como en su basta obra bibliográfica que ha hecho. Esto permite suponer que puede haber interés no sólo nacionales en querer callar al analista y premio novel, sino también extranjeros.
7) En redes sociales no se pueden usar ciertas palabras, ni ir en contra de ciertos temas so pena de ser censurado por las propias plataformas; lo cual muestra, que hay un límite de la libertad de expresión; por organismos que no son instancias públicas sino privadas; es decir esta censura viene no del Estado.

La censura mediática, el caso de intolerancia social.

8) El caso de censura contra Luis Castilleja, conocido como “el Temach”, por no compartir los postulados del feminismo y evidenciar los problemas que padecen tanto hombres como mujeres desde una perspectiva no feminista, ni aliade. Se evidenció con la cancelación del podcast de Las Envinadas conducido por Daniela Luján, Jessica Segura y Mariana Botas, todo esto por presiones de grupos feministas que consideran al Temach opuesto a su ideología (es decir, según ellas es machista y misógino).
9) Otro caso de censura la tuvo el politólogo y escritor argentino Agustín Laje cuando se canceló, a menos de 48 horas, una conferencia y firma de libros en la Universidad Javeriana de Bogotá por considerarlo peligroso, homofóbico, misógino, machista y de ultraderecha; todo ello por grupos feministas y de la comunidad LGBTIQ+.

Casos como estos dos no son producto del gobierno, ni del deep state de forma directa, pero si son efectos de políticas e ideologías que han perneado y en este caso financiados por fondos públicos y por organismos globales, (públicos como la ONU y privados como Open Society Foundations). Esta censura contravine el derecho a pensar diferente (que sea error, incorrecto, que no se compartan los puntos no es razón valida para silenciar; en términos jurídicos y políticos es una violación de derechos humanos hechos y solapados por Estados occidentales o al menos que aquellos que respaldan la Agenda 2030).

Suponiendo sin conceder que estos adjetivos correspondan con el Temach o con Laje sean verdaderos, ninguno de ellos es delito; luego, no hay motivo de censura. La censura hecha por estos grupos sólo muestra intolerancia y quienes la ejerce dan por hecho que son portadores de la verdad absoluta, los cuales se muestran como miembros de una neosanta inquisición.

Sobre el límite de la libertad de expresión

La libertad de expresión no mata, ni genera lesiones, puede en todo caso generar incomodidades. Si genera, por ejemplo, un suicidio es un delito de inducción al suicidio; tal fue el caso de Charles Manson cuando persuadió al suicidio colectivo de su secta en 1969.

Si genera homicidios es como lo que ocurrió en San Miguel Canoa, Puebla, Mexico en 1968, que terminó con el linchamiento de cinco trabajadores de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, instigada, al parecer, por el párroco Enrique Meza Pérez; pero esto no es libertad de expresión. Si daña con información falsa a una persona u organización es un daño moral que es materia civil no penal. Tampoco en estos casos no es libertad de expresión son delitos. Si en el ejercicio de la libertad de expresión genera insultos y se usan “majaderías” como ocurre en debates o publicaciones en redes sociales, estos no son amenazas; por lo tanto, tampoco son delitos. Luego, la libertad de expresión no engendra delitos. Para que una acción sea delito tiene que cubrir requisitos como: a) Que la ley penal lo contemple, b) Que la acción u omisión encuadre en el tipo penal y c) Que tenga el carácter de ser cosa juzgada por el juez correspondiente.

Es obvio que la libertad de expresión, no engendra delitos, en todo caso hay faltas administrativas, violación a los derechos civiles de un tercero cuando se hace pasar una fake news, una opinión como información y verdad; también puede haber faltas a una moral específica (pero hay muchas moralidades).

Supongamos que se lanza una opinión que es incomoda para alguien (independientemente si es verdadero o falso lo dicho), la contraparte señalada tiene el derecho de replica, o iniciar un proceso por daño moral lo cual lo tendrá que acreditar, pero esto no es materia penal. No hay que omitir que opinar no es sinónimo de verdad, y el opinar no debe ser sancionado legalmente porque es tanto como impedir y cortar el derecho de diferir, dudar y de ser uno mismo.

Algunas conclusiones

La libertad de expresión es la condición sine qua non de la vida política, el medio para opinar, publicitar e informar, también es el medio para la fake news y los insultos. La censura a la libertad de expresión se bifurca en: censura política y censura mediática.

La medida complementaría contra un acto de libertad de expresión es el derecho de replica. Es inadmisible la vía penal para contrarrestar un acto de libertad de expresión, en todo caso es la vía civil.

El dilema real de la libertad de expresión no radica ya en el límite sino en quienes tienen que ser más tolerantes frente a la libertad de expresión, y resulta que son: las figuras públicas o las personas poco conocidas que sus actos y procederes son de índole público y que tocan el interés general.

Casos como el de Trump muestran que hay una guerra por la información desde el deep state, que eses deep state no sólo es real sino que tiene contradicciones e intereses contrapuestos.

Casos como el Julian Assange muestran que la verdad no sólo es incómoda sino peligrosa, y que la verdad no necesariamente nos hará libres.

Casos como el de Jalife son inadmisibles porque son los políticos los que han de dar muestra de mayor tolerancia, recuerde que al Presidente López Obrador se le señaló de ser un peligro para México y nadie ha sido encerrado por ello.

El hecho de las censuras de los medios rusos y propalestinos, las censuras automáticas hechas por las redes sociales, son formas de coartar la expresión y la opinión disidente.

Casos como el del Temach y Agustín Laje muestra lo fanático e intolerante de aquellos que asumen dogmáticamente las ideologías (como el feminismo) que lejos de ser realmente progresista son retrogradas.

Así, sin libertad de expresión no hay diálogo, ni debate, ni discusión. Si hay censura entonces no hay vida pública, ni política.

En fin, ¿usted qué piensa?…