Angélica Enciso
Los programas sociales del gobierno federal y el aumento al salario mínimo han ayudado a reducir la pobreza laboral en el país. Esto ocurre en la población laboral ocupada, los adultos mayores y en los hogares en general, “hay evidencia de que el cambio en la concepción de la política que llevan a cabo las secretarías tiene efectos reales en la vida de millones de personas”, sostuvo Gerardo Esquivel, ex subgobernador del Banco de México.
Durante el octavo foro, Bienestar social, rumbo al Proyecto de Nación 2024-2030 convocado por el Instituto Nacional de Formación Política de Morena, el economista destacó que la pobreza laboral (que ocurre cuando hay ingresos insuficientes para adquirir la canasta alimentaria) ha venido disminuyendo, a “los trabajadores les ha ido mejor, a pesar de la pandemia y aún después de ella. Los trabajadores tienen mejores ingresos, y donde más ha bajado la tasa de pobreza laboral es en los adultos mayores. Esto es resultado de muchos factores, pero sobre todo de las políticas del gobierno actual”, indicó.
Recordó que el salario mínimo se modificó un poco al alza en 2016, pues ya era un escándalo la corrupción en el sexenio pasado, y en el actual se dio un cambio en el trato a los trabajadores, por lo que “las políticas tienen un efecto claro y concreto en la reducción de la pobreza laboral”. Además la pobreza en general, tras la pandemia, no creció al nivel de las crisis de 1994-95 y de 2008.
Ariadna Montiel, Secretaria del Bienestar, en su intervención sostuvo que mientras en 2018 la pensión de adultos mayores tenía un presupuesto de 40 mil millones de pesos, hoy son por 340 mil millones de pesos, y al final de este año en total se habrán entregado un billón de pesos a esta población. Precisó que según el Consejo Nacional de Poblacion (Conapo) para 2050, el 34 por ciento de la población serán adultos mayores y hay que consolidar un sistema de cuidados.
Agregó que también se apoya a un millón de personas con discapacidad, aunque son más los que viven en esa condición. En relación con el programa Sembrando Vida, dijo que los beneficiarios son los campesinos más pobres de México, y gracias a este programa ahora habrá 25 por ciento más producción de café.
Añadió que “desde los programas se debe ir fincando la organización popular” y también se busca que los 25 millones de personas que reciben programas cuenten con una tarjeta del Banco de Bienestar y haya sucursal en las comunidades, “estamos desde nuestra trinchera organizando al pueblo. Debemos aspirar a que el pueblo se empodere cada vez más, son derechos, no es una dádiva, tienen un monto digno. Por ello se reformó la constitución, para que nadie les quite estos derechos”.
A su vez, Marath Bolaños, secretario de Trabajo, se refirió a que durante cuatro años el aumento del salario mínimo es de 90 por ciento en términos reales. Mencionó que con el programa de Jóvenes construyendo el futuro, inédito porque no sólo busca la incorporación laboral de los jóvenes, sino también la reconstrucción del tejido social, a cuatro años y medio se han incorporado 2.6 millones de jovenes en materia laboral.
Precisó que entre los resultados del programa está que de los 2.6 millones de jovenes, cerca del 50 por ciento de ellos, tienen un trabajo, mientras que que quienes lo buscan por su cuenta tienen 20 por ciento de probabilidades de conseguirlo. En cuatro años y medio la inversión social en los jóvenes suma 100 mil millones de pesos, mientras en los 20 años de los gobiernos anteriores fueron 7 mil millones de pesos, dijo.
Esquivel consideró que en el tema laboral, aún falta el seguro del desempleo, México podría ser de los primeros países no tan desarrollados que pudiera tenerlo; también se requiere un Sistema Nacional de Cuidados, con escuelas de tiempo completo, más capacitación y recursos económicos para cuidadores de adultos mayores, más centros de cuidado, estancias infantiles, casas hogar y albergues. También se requiere la erradicación de la pobreza extrema, para mejorar la focalización de programas sociales y productivos.
