Esperanza, Pueb.- Conductores y transportistas denunciaron ser víctimas de una banda de roba-tráileres que opera en la zona de Esperanza, Puebla, la cual desvalija los tractocamiones y priva ilegalmente de la libertad a operadores tras interceptarlos en la autopista 150D Puebla-Orizaba.
En una denuncia anónima, representantes de la empresa Transportes Remes Ganaderos, propiedad del alcalde de Poza Rica, Fernando Luis Remes Garza, El Pulpo Remes, documentaron el modus operandi de este grupo delincuencial y aunque presuntamente solicitaron el apoyo de las autoridades de la Guardia Nacional, estas aparentemente se negaron a actuar contra los ladrones.
Los empleados de la empresa, ubicada sobre la carretera México-Tuxpan, perteneciente a San Miguel Mecatepec, municipio de Tihuatlán, Veracruz, informaron que el jueves les robaron una unidad en Esperanza, la cual horas después fue ubicada gracias a las coordenadas del GPS.
“Con el GPS di con el punto del robo de mi tractocamión, me metí personalmente a Esperanza a buscar entre las calles al camión y efectivamente lo encontré en un patio con gente armada. Hice mi denuncia al 911 y a la Guardia Nacional al igual que en Fiscalía”, señaló el quejoso.
Afirmó que una patrulla de la Guardia Nacional del destacamento de Esperanza lo acompañó hasta el punto donde estaba el camión, pero debido a que los infractores se dieron cuenta de su presencia, sacaron el tractocamión y se lo llevaron arrastrando con una grúa, aunque ya lo llevaban desmantelado.
“Ya iba todo desarmado, sólo iba la cabina en la grúa. Ni motor ni transmisión ni diferenciales, sólo la cabina. Tomé evidencia en todo momento. La Guardia Nacional se fue y nos dejó. Nosotros en mi vehículo nos salimos del pueblo lo más rápido que pudimos. Sin embargo, la camioneta de los ‘ratas’, una Ford Lobo 2005 blanca con estampas de raptor en la batea, nos empezaron a seguir apuntándonos con las armas desde afuera de la camioneta”, refirió.
Los agraviados comentaron que lograron salir con bien de Esperanza y afirman tener ubicadas más de ocho casas de seguridad donde tienen camiones ya desarmados, incluyendo el de ellos, el cual tenía tan sólo 12 horas de haber sido robado.
Los afectados lamentaron la nula ayuda de la Guardia Nacional y Seguridad Regional para frenar esta ola de asaltos y robos de parte de una banda que opera aparentemente en completa impunidad y en presunta complicidad con las autoridades.
