Fitch Ratings ratificó la calificación crediticia de México en “BBB-” con perspectiva estable, debido a la prudencia macroeconómica del país, así como la estabilidad en las finanzas públicas y deuda.
La agencia señaló que la calificación de México está respaldada por un marco de política macroeconómica prudente, finanzas externas estables y sólidas, y se prevé que la deuda pública con respecto a producto interno bruto (PIB) se mantenga estable en niveles por debajo de la mediana de “BBB”.
Fitch comentó que la perspectiva estable está respaldada por finanzas públicas estables y las prioridades que los responsables políticos atribuyen a esta estabilidad macroeconómica y a una estabilidad macroeconómica más amplia, a pesar de los desafíos de las perspectivas de crecimiento económico moderados.
La calificadora indicó que el gobierno de México aún muestra un firme compromiso con los déficits fiscales moderados que mantienen la deuda respeto al PIB estables.
La calificadora estimó que tanto los ingresos como los gastos sean más bajos en comparación con las estimaciones presupuestarias de para este año debido a un contexto macroeconómico desafiante.
No obstante, comentó que la recaudación de impuestos ha resistido a la situación adversa y la eliminación gradual del estímulo fiscal para mantener los precios estables de la gasolina proporcionará un mayor apoyo a los ingresos fiscales, pese a la presión del gasto público por los los costos de los préstamos, dada la alta inflación y las tasas de interés, así como los mayores costos de los insumos.
Pese a la ratificación, Fitch indicó que la calificación está limitada por los débiles indicadores de gobernanza, el bajo rendimiento del crecimiento a largo plazo, la intervención de la micropolítica que afecta a las perspectivas de inversión.
a calificadora estima que Fitch espera que el gobierno mantenga su apoyo financiero a Petróleos Mexicanos (Pemex), como parte de su prioridad de fortalecer el papel de las empresas estatales en el sector de la energía, lo cual incluye la desgravación fiscal, el servicio de la deuda en nombre de la empresa y la financiación del proyecto de la refinería Olmeca.
La agencia estimó que el crecimiento de la economía mexicana para este año sea de 2.5 por ciento, comportamiento que se explica por el fuerte rendimiento del mercado laboral y una mayor recuperación posterior a la pandemia.
Expuso que si bien la demanda externa sigue siendo un motor económico, se espera que la economía se enfrente a los desafíos de la actual desaceleración económica de los Estados Unidos.
Agregó que la relocalización de empresas aún es una importante oportunidad de crecimiento para México, dado el aumento de las tensiones entre Estados Unidos y China y el deseo de los fabricantes de cadenas de suministro más cercanas.