La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) hizo un llamado llamó al gobierno de México para atender los reclamos con responsabilidad y seriedad para frenar la violencia contra los periodistas.
“Una nueva tragedia enluta al periodismo mexicano”, expresó en referencia al asesinato del periodista Armando Linares, el octavo ocurrido desde enero, que se convirtió en el octavo periodista asesinado en nuestro país.
Al condenar el crimen, el presidente de la SIP, Jorge Canahuati dijo que “si bien la invasión de Rusia en Ucrania absorbe ahora la atención sobre los periodistas caídos, no debemos olvidar que en México los periodistas viven atrapados y enfrentando desde hace años ataques violentos, sin siquiera recibir la atención debida de su propio gobierno, que reacciona a la defensiva ante cada reclamo”.
El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Carlos Jornet, añadió que “ya es hora que el presidente de México tome cartas en este asunto y atienda los múltiples reclamos a nivel nacional e internacional para que cree estrategias adicionales para la seguridad de periodistas”.
En los 74 días transcurridos desde el inicio del año, 2022 se acerca al total de periodistas asesinados en México en 2021, cuando se contabilizaron nueve. Si no se adoptan medidas para contener la violencia y esta sigue al ritmo de estas primeras semanas, la cifra llegaría a 40, lo que refleja la gravedad del momento y la urgencia de que las autoridades asuman el tema con la responsabilidad que se requiere.
Además de Armando Linares, en 2022 fueron asesinados, Juan Carlos Muñiz, en Fresnillo, Zacatecas; Heber López Vásquez, en Salina Cruz, Oaxaca; Jorge Camero Zazueta, en Empalme, Sonora; Lourdes Maldonado y Margarito Martínez, en Tijuana, Baja California; José Luis Gamboa, en el puerto de Veracruz, Veracruz, y Roberto Toledo, en Zitácuaro, Michoacán.
México descendió al lugar 16 de 22 países de las Américas evaluados en el Índice Chapultepec, barómetro de medición de la libertad de prensa de la SIP. El Índice concluyó en su más reciente estudio que en México “la violencia contra los periodistas recrudeció, lo que llevó a considerar que en el país hay un clima poco favorable para el ejercicio de la libertad de expresión”.