Lo único malo “es el no vacunarse, no ponerse ni una, todas las vacunas tienen un grado de eficacia, Moderna, AstraZeneca, Pfizer, Cansino, todas son efectivas, pero la gente sigue con esa incertidumbre de que si no es, por ejemplo, Pfizer, no me la pongo, lo peor es no vacunarse”.
Aun con la negativa, cada vez menor de vacunarse, hay una tendencia a la baja en los índices de contagio, “yo llevo un control del módulo de las atenciones médicas como a las pruebas realizadas y sí coincide con la situación nacional de que hubo una disminución”.
–La delegación Veracruz Sur, ¿ya ha detectado un descenso de contagios?
“Así es. Hay un descenso muy marcado, hablamos de Veracruz, pero aun así no debemos bajar la guardia y debemos estar preparados, porque según la proyección que se tiene precisamente es que en esta primera y segunda semana de febrero llegaríamos al pico máximo”.
Aunque, reconoce, “hay estados por los que sí estamos rebasados, por ejemplo, la Ciudad de México, pero lo que comprende la delegación Veracruz Sur hubo una disminución de las atenciones; ayer tuvimos cerca de 700 cuando en los primeros días llegamos a tener hasta mil en un día”.
Con los datos que se tienen, “se calcula que a mitad de febrero vendría una disminución e incluso se prevé que la enfermedad tiende a convertirse en estacional, se espera que este año ya se vuelva endémica y para el 2023 sea como la influenza”.
