Orizaba, Ver.- Los siguientes seis meses del año pudieran ser bastante complicados para la población del país, debido a una sequía severa sumada a una grave escasez de agua que actualmente ya se resiente en distintos puntos del país, se apuntan como los principales factores que detonarán una sequía en por lo menos la mitad del territorio nacional.
De acuerdo con el biólogo Héctor Rojas, este año 2024, pudiera ser mucho más severo en materia de calor extremo con sus consecuentes impactos, señala que el año pasado “fue testigo de un aumento notable en las temperaturas globales, rompiendo récords que indican un patrón de calentamiento acelerado. Los datos confirman que las temperaturas alcanzaron niveles cercanos al límite crítico de 1.5 grados Celsius”.
Todo este escenario, apunta, “nos deja en claro que viene un gran problema de sequía extrema”, incluso señala, “esto nos anticipa un incremento significativo en la sequía en México, que ya ha alcanzado niveles alarmantes como el año pasado, pues de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la sequía afecta actualmente al 35.95% del territorio nacional, un aumento significativo desde el año anterior”.
Estas mismas condiciones, señala, provocan que México este atravesando “una crisis hídrica resultante que está llevando al límite la capacidad de la población para acceder a agua potable y alimentos”. Las consecuencias de la sequía que se aproxima, estima, “ya se están sintiendo en diversas regiones, por ejemplo hay agricultores de la zona del pacífico como Sinaloa y Sonora que reportan ya una escasez aguda de productos como el jitomate, en tanto que las áreas metropolitanas, por ejemplo Ciudad de México, tienen un desabasto crítico de agua, tan es así que en la capital del país, la falta de lluvias ha dejado al sistema Cutzamala, vital para el suministro de agua potable en la metrópoli, en niveles peligrosamente bajos”.
Todo este escenario, señala, nos deja una clara advertencia de lo que podemos vivir en los siguientes 11 meses en el país, sobre todo en primavera y verano que es la época más riesgosa, “2024 podría ser un año aún más caluroso y seco que 2023 y por ello debemos prepararnos para enfrentar condiciones extremas, incluyendo periodos prolongados de sequía y escasez de agua en gran parte del estado y del país”, precisa.
Con base en ello, apunta, es necesario que se tomen medidas con las que podamos enfrentar un problema que dejó de ser ficción para convertirse en una realidad que nos afectará a todos, “por ello, es crucial que tomemos acciones inmediatas para conservar y aprovechar el agua de lluvia, así como para mejorar la infraestructura de gestión hídrica”.
La reducción proyectada en materia de precipitación pluvial, es del orden del 20%, y todo esto plantea, “un desafío aún mayor, y es imperativo que se tomen medidas preventivas para mitigar sus impactos. Debemos estar preparados para una sequía muy complicada”.
