Río Blanco, Ver.- La desaparición de Ariadna Guadalupe Cortés Hernández, relatan sus familiares, “se convirtió en un capítulo oscuro que ha marcado la vida de Río Blanco, Veracruz. Ella es originaria de Iztapalapa, Ciudad de México, y el hecho ha ocasionado un eco desgarrador que revela la dolorosa realidad que afecta a muchas familias en México”.
De acuerdo con un comunicado emitido por la familia, “el 2 de febrero de este año, entre las 19:40 y las 20:00 horas, Ariadna fue arrebatada de su hogar, desencadenando la campaña #NosFaltaAri en redes sociales, un llamado urgente para encontrar a esta joven mujer”.
El texto continúa: “Ariadna, cariñosamente conocida como Ari por sus seres queridos, es una mujer emprendedora que decidió dar un paso importante en su vida al mudarse de Ciudad de México a Río Blanco, Veracruz, en compañía de su pareja sentimental. Juntos, con esfuerzo y dedicación, lograron encontrar un hogar desde el cual planeaban construir una vida feliz en pareja.
”La ausencia de información tangible sobre el paradero de Ari sume a familiares y amigos en una angustia que va más allá del círculo cercano”. En el mismo texto se precisa el hermetismo que la autoridad investigadora, en este caso la Fiscalía Especializada, guarda al respecto, “lamentablemente, las autoridades locales y estatales han cerrado las puertas a la información, privando a la familia de la certeza y esperanza tan necesarias en estos momentos de incertidumbre, atentando así contra el principio de debida diligencia. La falta de eficiencia y comunicación entre las fiscalías, así como la negativa de las autoridades locales y estatales para compartir algún tipo de información con la familia demuestran una carencia alarmante en la coordinación entre niveles de gobierno. Esta falta de voluntad política para hacer que las instituciones de justicia brinden resultados tangibles es un golpe directo a la confianza de la ciudadanía”.
Este caso, “se convierte en una llamada de atención urgente. La falta de coordinación y la aparente instrumentalización de la Fiscalía General del Estado (FGE) para fines políticos antes que de justicia social son aspectos que deben abordarse con seriedad, pues este episodio podría ser un punto de inflexión en las tendencias electorales del estado. La desaparición de Ariadna no sólo pone en tela de juicio la eficacia de las instituciones de justicia, sino que subraya la imperante necesidad de un liderazgo político comprometido con la seguridad y el bienestar de la comunidad”.
Asimismo, “la figura de la fiscal Verónica Hernández Giadáns se erige como la de uno de los pocos actores políticos y de justicia que podrían marcar la diferencia entre la vida y la muerte de Ariadna”.
La familia, por medio de redes sociales, lanzó el hashtag #NosFaltaAri, “y se ha transformado en un espacio para la solidaridad y la difusión de información sobre la desaparición de Ariadna Guadalupe Cortés Hernández. La presión ciudadana y la visibilidad del caso son fundamentales para instar a las autoridades a intensificar los esfuerzos de búsqueda y proporcionar respuestas a una comunidad angustiada”.
Finalmente se lee: “la familia de Ariadna hace un llamado apasionado a la colaboración de la comunidad, pedimos ayuda para compartir toda nota, imagen o información referente a Ari y usar el hashtag #NosFaltaAri. Cada acción, por pequeña que sea, es una ayuda invaluable para traerla de vuelta a casa, sana y salva, con sus seres queridos. En esta lucha compartida, cada voz cuenta y cada gesto suma para construir una mejor comunidad para todos y todas”.
