Decenas de personas se reunieron en diversos espacios abiertos de la ciudad para intentar admirar el eclipse total de sol, hecho que no ocurría en México desde hace 33 años así que algunos echaron mano de un filtro solar en el lente de las cámaras para fotografiar
José Hilario tiene 77 años y el de este lunes fue el segundo eclipse solar que ha podido presenciar, por lo que acudió al Museo Kaná para poder disfrutarlo en compañía de su nieto de diez años.
Dice que este eclipse lo hizo recordar el de 1991, cuando “los gallos cantaron” y los pájaros —viendo la penumbra— regresaron a los árboles pensando que había caído la noche.
“Es mi segundo eclipse, el primero lo vi hace 40 años, tenía 44 años (sic). Lo vi bien, fue un eclipse total y recuerdo que los gallos cantaron, los pájaros llegaron a los árboles”, dijo.
El hombre, junto con cientos de personas que se dieron cita en este punto, presenciaron este eclipse en el que la Luna cubrió al Sol por completo por espacio de varios minutos.
El septuagenario comentó que para él era importante disfrutar de este fenómeno porque es algo que se puede vivir tan fácilmente y a él le ha tocado vivirlo en dos ocasiones.
“Estoy recordando esos tiempos y viviéndolo porque ya no voy a ver a otro. Es algo que no es tan fácil llegarlo a ver porque no tenemos la vida comprada”.
Con él iba Emiliano, su nieto de 10 años de edad que cuenta es la primera vez que disfruta de este fenómeno y a través de lentes especiales pudo observar la trayectoria que le pareció extraordinaria.
“Es algo que no sucede todos los días, fue extraordinario”, comentó.
Otros, más jóvenes, como Cristian y Jared, señalaron que este tipo de fenómenos son impresionantes y agradecieron que se haya abierto el Museo Kaná para poder observarlo.
“Es una experiencia muy impresionante, afortunadamente el clima ayudó y qué bueno que estos espacios pudieron abrirse para poder disfrutarlo en familia”.
En el parque Benito Juárez, en la explanada del museo Kaná, en la facultad de ingeniería de la Universidad Veracruzana, y en uno de los patios del palacio de gobierno se reunieron grupos de personas con sus lentes y filtros solares.
En México no se observaba un eclipse solar desde el 11 de julio de 1991, y según los científicos y astrónomos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) este fenómeno astronómico se volverá a observar hasta el año 2052.
Aunque el eclipse solar se pudo observar de forma total en los estados de Coahuila, Durango y Sinaloa, en el estado de Veracruz lo que se observó fue una mañana con un sol radiante y a partir de las 11:30 horas de este lunes 8 de abril del 2024 empezó a disminuir la proyección de la luz y aparentemente se convirtió en un día nublado.
Estudiantes del Conalep realizan experimentos en el eclipse solar
Durante el desarrollo del eclipse solar estudiantes y aficionados realizaron experimentos sobre los efectos del fenómeno en el ambiente, actividades que efectuaron en el interior del Conalep Poza Rica.
Integrantes del programa espacial en Poza Rica indicaron que aprovecharon el eclipse para obtener datos sobre aspectos como radiación ultravioleta, humedad e incluso comportamiento de animales.
Israel Téllez González, coordinador del programa espacial Poza Rica, resaltó que hay mucha ciencia detrás de un eclipse y poder analizarlo es muy importante para ellos para que los conocimientos no se queden solamente en el interior de las aulas.
“Los sistemas de sensores remotos y es lo que ahora se está utilizando precisamente con estas mediciones de temperatura, de radiación ultravioleta, de cantidad de luz, entonces viene a fortalecer en la práctica lo que los muchachos hacen”, expresó.
Con las medidas de protección recomendadas los estudiantes estuvieron entusiasmados con este fenómeno natural.
Manuel Alejandro Ocotla, estudiante, manifestó que se pueden realizar estos experimentos sin la necesidad de una fuerte inversión económica. “Estamos muy emocionados todos, o sea el maestro nos comentó acerca de lo que iba a pasar y desde un momento nosotros dijimos pues queremos verlo, la verdad”.
Los datos obtenidos con estos experimentos serán analizados por los estudiantes y docentes del Conalep Poza Rica.
Planetario en Orizaba
Gracias al telescopio que existe en el Planetario de Orizaba, niños, jóvenes y adultos han acudido a presenciar el eclipse total de sol a través de las pantallas de este observatorio.
La encargada del recinto, Ingrid Romero comentó que hay lleno total en la sala donde está el domo, donde el cupo de 76 personas está en su totalidad.
Para observar este fenómeno natural se cuenta con un telescopio profesional donde se observa el astro y cómo se desarrolla este eclipse total de sol.
La población respondió muy bien y asistieron con boleto pagado para ingresar al planetario y ser testigos en el área de realidad virtual de este fenómeno que no se apreciaba desde 1991.
Dijo la funcionaria que a través de los visores, los asistentes observaron cómo se llevaron los procesos y de manera educativa, mostraron a los niños este fenómeno astronómico.
Ausentismo y suspensión de clases en escuelas de Poza Rica
Aunque la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV) instruyó a trabajar con normalidad durante el desarrollo del eclipse de sol en la mayoría de las escuelas de Poza Rica hubo ausentismo, recortaron horarios y suspendieron clases en turno matutino.
En este regreso a clases tras el receso por el periodo vacacional de Semana Santa no acudieron todos los estudiantes a clases, en escuelas como la María Enriqueta de los poco más de mil 300 estudiantes solo acudió una tercera parte de los niños, indicaron los directores del plantel, Marco Antonio Acuña y Nora Patricia Yorio Méndez.
En el caso de la escuela Club de Leones número 2, la directora, María Ester Morgado García indicó que acudieron muy pocos alumnos y con los padres de familia se tomó el acuerdo de adelantar la hora de salida a las 10:30 am para no estar en la escuela durante las horas del eclipse.
Algunos de los padres de familia que llevaron a sus hijos a la escuela manifestaron que explicaron a sus hijos las medidas de protección para que no vieran directo el sol y de manera general que no salieran de sus aulas hasta que los maestros se los indicaran.
En otros planteles las actividades se suspendieron tras previo acuerdo con los padres que finalmente tomaron la decisión de mantener a sus hijos en resguardo.
