La población que sufrió el embate del huracán Otis en Guerrero se ve amenazada por el manto negro de la indiferencia, la desinformación y la impotencia que se extiende sobre todos los que estamos invitados a remediar la tragedia.
Así se señala en el comunicado dominical que emite la Oficina de Comunicación Social de la Arquidiócesis de Xalapa, en donde refiere el contraste que se vive ante la invitación y la llamada a la solidaridad que claman los mexicanos del estado de Guerrero.
En el documento, signado por el presbítero Juan Beristáin de los Santos, se indica que este tiempo de sufrimiento de muchas personas es una excelente ocasión para mostrar la grandeza, inteligencia y dignidad, para ayudar sin esperar nada a cambio.