domingo, mayo 5, 2024
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Docena trágica y petróleo // Peña Nieto y su gallina // Excedentes dilapidados

México SA

Carlos Fernández-Vega


Periódico La Jornada

Entre sus múltiples gracejadas –por no calificarlas de otro modo–, durante su estancia en Los Pinos Enrique Peña y en su calidad de veterinario balín se animó a decretar la “muerte” de la gallina de los huevos de oro negro, porque los mexicanos, derrochadores compulsivos, arrasaron con las reservas petroleras. El 12 de enero de 2017 lo dijo así: “se nos acabó el gran yacimiento que teníamos. Sólo Cantarell llegó a producir, y no hace mucho, seis años, 2 millones 200 mil barriles de petróleo diarios; hoy produce 200 mil; sólo eso. La gallina de los huevos de oro se nos fue secando, se nos fue acabando, se nos acabó”.

Muy creativo el encopetado, quien obvió mencionar la megacorrupción imperante en Petróleos Mexicanos, desvío de recursos a campañas políticas, robo de combustible desde las propias instalaciones de la empresa productiva del Estado, saqueo de los líderes sindicales, derroche de los altos funcionarios, en particular, y de la clase política, en general, turbios negocios con empresas mexicanas y españolas, endeudamiento galopante, acelerada desinversión con fines privatizadores, dilapidación de los excedentes petroleros y un larguísimo etcétera que llevaron a la ex paraestatal al borde de la muerte financiera y productiva. Entonces, ¿se “nos” fue, kimosabi?

Según el veterinario trucho, fueron los mexicanos derrochadores quienes vilmente “mataron” a la gallina. Claro, le dio ese fúnebre final a la industria petrolera nacional para justificar no sólo la “necesidad” de privatizarla, sino el brutal aumento interno de los precios de los combustibles. México, dijo, en aquella ocasión, “consume mucha más gasolina per cápita que todas las naciones de Europa y la mayoría de América Latina, debido a que era barata” y la mayoría se importaba.

Justo a la “muerte” de esa gallina se refirió ayer el presidente López Obrador, “deceso” inducido por “estos tecnócratas irresponsables, corruptos; acabaron con nuestra industria petroquímica, que era de las mejores del mundo, que se había construido a través del tiempo. No sólo se producía petróleo y se refinaba petróleo para elaborar las gasolinas, que no las teníamos que comprar en el extranjero, también se producían muchos productos petroquímicos; ahora todo eso se importa porque acabaron con la industria petroquímica” y con todo lo demás.

También se refirió a Cantarell, “ese gran campo petrolero en la sonda de Campeche que llegó a producir 2 millones 400 mil barriles diarios. ¿Qué hicieron? Inyectaron nitrógeno a los pozos, los contaminaron, se explotó de manera irracional todo el yacimiento. ¿Saben cuánto produce hoy todo el campo de Cantarell, ese que en 2004 producía 2 millones 400 mil? Ahora, 80 mil barriles diarios. Lo agotaron completamente. Lo pudieron haber explotado de manera racional y todavía se tendría petróleo, pero no, el propósito era sacar todo lo que se podía”.

Gobiernos saqueadores (todos, especialmente los de Fox, Calderón y Peña Nieto) dejaron hecha pedazos a la industria petrolera nacional, de tal suerte que “si no hubiésemos intervenido, hoy estaríamos importando petróleo crudo. Así de grave estaba la situación. Esto ayuda a entender el daño que causaron con la política neoliberal”, dijo el mandatario.

Pero no sólo Cantarell. Con Fox en Los Pinos se llegaron a extraer 3 millones 383 mil barriles por día (más de 63 por ciento se extrajo de esa alberca campechana) en 2004 y ese nivel se mantuvo hasta 2007. A partir del año siguiente comenzó a declinar hasta representar en 2018 (con Peña Nieto) prácticamente la mitad de lo registrado en el primer año citado (en ese momento, Cantarell producía 161 mil barriles, 13 veces menos que con el mariguanero). “Quince años consecutivos de caída en la producción y si seguía esta tendencia no íbamos a tener para nuestro consumo interno, se iba a tener que importar hasta petróleo crudo”, subrayó López Obrador.

Pero aún: la política de mega extracción en la docena trágica (los sexenios de Fox y Calderón) generaron excedentes petroleros por alrededor de un billón de pesos que no se utilizaron para invertir en nuevos campos o fortalecer las finanzas de Pemex, menos para reducir su deuda (que la llevaron a niveles verdaderamente suicidas), sino para gasto corriente, la brutal dilapidación de esos recursos que pertenecían a todos los mexicanos.

Las rebanadas del pastel

De todas, Lord Casinos pierde todas: ahora, panistas “invitan” a Santiago Creel a declinar a favor de Lady Gelatinas, porque esta se desinfla mientras gana terreno Beatriz Paredes.

Twitter: @cafevega