De la reforma electoral, que está en espera de su aprobación final por parte de la Cámara de Senadores, sus repercusiones las resentirán también los Órganos Públicos Locales Electorales (OPLE), al realizar de manera conjunta comicios con el Instituto Nacional Electoral (INE), por lo que las afectaciones se tendrán tanto en el aspecto administrativo como en lo relacionado con el financiamiento y la fiscalización a los partidos políticos, adujo Josué Cervantes Martínez, vocal de la Junta Local Ejecutiva del INE en el estado de Veracruz.
Explicó que de ser aprobado el “Plan B” de la reforma electoral por el Senado de la República, “la suerte que se corre en lo federal, eventualmente pudiera correrse en lo local”.
Explicó que al hacer de manera conjunta las elecciones, “es muy probable que los efectos de lo que pase en lo federal también se presente en lo local, porque será la misma casilla con seis funcionarios, quienes reciben la votación local y la federal.
En entrevista, el funcionario federal se refirió al tema del financiamiento del Instituto, el cual ya ha tenido dos malas experiencias cuando realizó la revocación de mandato y la consulta popular, en donde el recorte presupuestal fue de tal magnitud que no permitió la instalación de la totalidad de las casillas en el país.
Por tal motivo, dijo que, en la renovación periódica de los poderes Ejecutivo y Legislativo, tanto en el ámbito local como federal, evidentemente se tienen que instalar el 100% de las casillas, por lo que de no contar con el techo presupuestal para ello
Sobre el particular, señaló que se debe tener la totalidad de las boletas que se requieren para que la gente vote, una boleta por cada gente que está incluida en la lista nominal y para que se le pueda recibir el voto con las mayores facilidades posibles.
Citó que en cada sección electoral se instala una casilla por cada 100 electores al menos o hasta 750; si hubiera un elector más, o sea 751, se tendría que poner una casilla contigua y así sucesivamente si en esa sección hay más electores, así como las casillas especiales que se instalan para que la gente que está de paso pueda sufragar.
Además, indicó que se tienen que instalar casillas extraordinarias para que la gente que vive en localidades alejadas pueda en una sección muy grande y trasladarse les cueste mucho trabajo, porque hay cerros, ríos o montes o porque tienen un conflicto social entre sus habitantes puedan votar sin ningún problema.
Garantizar el voto demanda mucho dinero
Por cuanto hace a la fiscalización que el INE realiza a los partidos políticos, destacó que en alguna parte de los transitorios de la reforma se establece que el Instituto deberá integrar sus plantillas con el mínimo de personal necesario para operar.
En ese tenor, dijo que se requiere la estructura del tamaño que se tiene y que se prevé crezca, porque en todos los procesos electorales crece al contratarse a miles de capacitadores y supervisores electorales. Tan solo en un distrito electoral se tiene en promedio 100, 110 o 120 capacitadores y supervisores, así como técnicos electorales, técnicos para capacitación y técnicos para organización, puntualizó.