sábado, mayo 18, 2024
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Multinacionales e ilegalidad.

Víctor León Diez.

Suiza no solo alberga a las más grandes corporaciones del mundo que comercian con petróleo, minerales y metales   – este país helvético refina gran parte del oro que se extrae en el mundo, contaminando  tierra y aguas- ,  también es un importante centro comercial para la agricultura. Productos básicos como el café ya que 40% de la demanda mundial se concentra en Europa, cacao para la  industria chocolatera con empresas como Hershey, Lindt  y Néstle, azúcar o granos. Aquí reside la mayoría de los comerciantes agrícolas de importancia mundial.

ECOM Agroindustrial Corp. Limited es una de estas  poderosas multinacionales  con presencia en 40 países que interviene  en  las etapas de producción y procesamiento de materias primas: café, cacao, algodón y semillas oleaginosas en los países de bajos recursos de África, Latinoamérica y Asia.  Así mismo, es una de las muchas empresas que operan desde Suiza  señaladas por violaciones a los derechos humanos que van desde la falta de salarios dignos, pago de productos a menor precio que el dictado por el mercado internacional hasta  el trabajo forzoso e infantil,  riesgos de seguridad y salud en el trabajo y  deterioro del medio ambiente. Además, de acuerdo al informe de la ONG suiza Public eye, se ha demostrado que eventos de evasión fiscal y corrupción son particularmente frecuentes dentro de la producción y el comercio agrícolas. Debido a las laxas regulaciones  y la pobre aplicación de la ley en los países productores y los Estados de origen de las empresas aún cuando los ciudadanos suizos exigen  a las corporaciones  que los productos de consumo que ofrecen tengan prácticas éticas y socialmente responsables con productores y el medio ambiente.

La distribución desigual del poder observada en el sector agroalimentario mundial  es estructural y deliberada,  señala el informe,  ya que permite y perpetúa un sistema que beneficia a las grandes empresas multinacionales en detrimento de los millones de personas que trabajan en la producción o viven en zonas productoras. Este desequilibrio de poder se ve reflejado en las políticas insuficientes sobre derechos humanos, transparencia o competencia, a menudo favoreciendo a las grandes corporaciones, dejando desprotegidas y de lado a las comunidades de productores.

 En 2016, de acuerdo a una investigación de la ONG Repórter Brasil sobre las condiciones laborales en fincas de café en Brasil, con tratos comerciales con ECOM, ésta recibió acusaciones de múltiples abusos como incumplimiento de pagos a los trabajadores y pobres condiciones laborales.

ECOM fue fundada en 1849 por José Esteve como una empresa de comercio de algodón en España. En 1885 la familia Esteve se estableció en los Estados Unidos tras la evolución del cultivo de algodón. Medio siglo después, en 1935, se expandieron a Brasil y en 1948 a México; incursionando en el comercio del café en 1959 y en el cacao en 1991. Actualmente, de acuerdo a su sitio web, es el segundo mayor comerciante de café en el mundo – después de la multinacional alemana Neumann Kaffee Gruppe -, con más de 20 países de origen y 85 destinos de ventas en seis continentes; además de ser el  mayor beneficiador del grano con 33 instalaciones para proceso húmedo, 36 para proceso seco y 53 almacenes.

ECOM señala que durante más de 170 años ha estado ayudando a asegurar el futuro a largo plazo del café, el cacao y el algodón…ayudamos a los agricultores de todo el mundo a adoptar métodos de cultivo climáticamente inteligentes que mejoran sus medios de vida y protegen y regeneran la naturaleza. Y hace hincapié en que las fincas donde se provee del grano son verificadas según 40 criterios que incluyen entre otros: no trabajo infantil, no discriminación, protección del ecosistema y trazabilidad. Normas certificadas, según la empresa, por Global Coffee Plataform, una asociación ligada a la Organización Internacional del Café, donde Teddy Esteve, CEO de la División de Café de ECOM es miembro de la junta directiva.

Agroindustrias Unidas de México (AMSA) forma parte del grupo ECOM, empresa comercializadora de café, algodón y cacao que cuenta con sucursales en casi todos los estados de la República Mexicana, localizadas dentro de las regiones productoras del país. Somos un referente, afirman en su sitio web, de excelencia en la agroindustria siempre comprometidos con la comunidad y en equilibrio con el medio ambiente.  Sin embargo, esta subsidiaria de ECOM es la encargada de negociar los precios del café con los productores mexicanos en favor de la transnacional quien a su vez le vende a Nestlé. Según la Comisión de Seguimiento de Precios del Café en Veracruz: “Desde la compañía Nestlé se encabeza la posición que tienen las corporaciones de bloquear las propuestas que estamos haciendo en el Consejo Regional del Café de Coatepec, Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras, CONAFROCAFE, CNC, CNOP  para impedir que contemos con un nuevo organismo público: el Instituto Nacional del Café (INCAFE) para impulsar una cafeticultura mexicana más favorable para los pequeños productores, estableciendo normas que propicien un consumo de café de mayor calidad y no los cafés solubles de baja calidad y con saborizantes artificiales y a la vez contar con esquemas de producción y comercialización para mejorar la calidad y los precios del café”

Los precios por kilo de café cereza que pagan las  empresas intermediarias fluctúan entre seis, siete y hasta  nueve pesos, cuando según los productores tendría que ser mínimo de catorce pesos,  y aun así es bajo si pensamos que una taza de café llega a valer hasta sesenta pesos aquí en Xalapa. Ya no digamos en Suiza o Alemania.

En las páginas web de empresas como Exportadora de Café California ligada a Neumann Kaffee Gruppe, Agroindustrias Unidas de México S.A  y ECOM Agroindustrial Corp. Limited., hacen alarde de sus prácticas productivas y comerciales sustentables y de comercio justo, pero la realidad arroja una desigual relación con quienes producen el origen de su riqueza.

Diversas manifestaciones de académicos, defensores del medio ambiente, activistas sociales y  productores cafetaleros se han suscitado en protesta por las detenciones del líder cafetalero Cirio Ruiz González, presidente del Consejo Regional del Café de Coatepec, Viridiana Bretón periodista y ex alcaldesa de Ixhuatlán del Café, así como de los productores Crisanto Valiente, Minervo Cantor y Abraham Cabal; a quienes sin mediar citatorios ni notificaciones para comparecer, les apresaron e imputaron el delito de estragos. Hace más de un año, el 24 de enero de 2022, productores de café protestaron durante cinco días frente al beneficio de la empresa Agroindustrias Unidas de México S.A. ( AMSA) en el municipio de  Ixhuatlán de los Reyes, al no respetar esta empresa el precio del mercado internacional de 17 pesos por kilo de café en ese entonces.  Durante la protesta hubo un incendio dentro de las instalaciones de la empresa, que de acuerdo a los productores, fue provocado por AMSA para justificar la presencia de la Guardia Nacional. Estas detenciones, a todas luces ilegales,  se pueden leer como un claro mensaje de las poderosas corporaciones que comercian con el café mexicano, arropadas por el Poder Judicial,  para acallar las voces de los pequeños productores que exigen un comercio justo y precios dignos para el café veracruzano.  

 Fuentes:

Agricultural Commodity Traders in Switzerland – Benefitting from Misery? A Public Eye Report, June 2019.

SWI swissinfo.ch.RSF.

Globalcoffeeplatform.org

Diario de Xalapa viernes/31 de octubre 2021/ 8 de julio de 2022.

La Jornada Veracruz /26 de mayo 2023.

La Jornada nacional/28 de mayo 2023.