Luis Adalberto Maury Cruz
lmaury_cruz@hotmail.com
¿Qué es la militarización de la seguridad pública? La militarización de un Estado o de la administración pública radica en que los militares estén al mando de la mayoría de las instituciones. Para que la seguridad pública esté militarizada, en un primer sentido, consiste en que sus mandos debe ser militares; en otro sentido que, tenga una disciplina militar, no por ello carecer de formación policial.
En México el gobierno de Manuel Ávila Camacho fue el último presidente militar, después de él a la fecha la Presidencia y la mayoría de las instituciones han estado al mando de civiles. Así, no hay militarización.
Las instituciones militares tiene como comandante supremo al presidente, quienes han ocupado este cargo han sido civiles desde el 1º de diciembre de 1946; por lo tanto, hay más peso civil que militar en la administración pública.
Sin embargo, en un régimen democrático de derecho, la voluntad institucional dimana de las urnas. Por lo tanto, un militar puede ser presidente o funcionario público siempre y cuando esto sea una consecuencia de un proceso electoral y de una plataforma política, en consecuencia esto sería un mandato democrático.
En un sentido histórico, todas las potencia regionales o globales lo son por una férrea disciplina, que por antonomasia es castrense o muy similar a ella, basta recordar las potencias griegas antiguas, Persia, Roma, Tenochtitlan, el imperio barroco español e inglés, EEUU, Rusia, China.
Sin embargo ¿por qué estaría mal que se militarizara la seguridad pública?, se alega con razón que la formación de un policía y de un soldado es distinta, lo cual es una obviedad. Empero, el ser soldado no imposibilita el ser policía, en efecto se requiere preparar a ese personal para que realice su función. Lo mismo ocurre cuando se adquiere otra profesión o se ejerce una actividad es necesaria la capacitación exprofesa. Por lo tanto, la militarización como algo incorrecto es una apreciación carente de realidad, es un prejuicio, el punto es que el gato cace ratones sin importar de qué color es.
En la actualidad las fuerzas armadas cuentan con mayor reconocimiento que las fuerzas policiales, es notorio el descredito de las policías y el fracaso de la policía federal en el sentido que sus titulares han estado con frecuencia enredados en escándalos de corrupción, como es el caso de Genaro García Luna quien fue secretario de seguridad pública, en el periodo de Felipe Calderón, actualmente detenido en EEUU por delitos relacionados con el narcotráfico.
Hay una fuerte capacitación policial y personal sumamente valioso que rara vez es reconocido por esa percepción social y también hay militares inmiscuidos en actos de delincuencia organizada, recordemos los militares involucrados en el caso Ayotzinapa.
La “militarización” de la seguridad pública en México viene de vieja data, fue el presidente Calderón quien saco a los soldados de sus cuarteles para hacer actividades de seguridad pública y sin marco legal pleno, esto mismo ocurrió con el presidente Peña Nieto; en los dos casos no se trasfirió la policía a las fuerzas armadas,
Hoy la Guardia Nacional estará bajo de la Secretaría de la Defensa Nacional. Es una apuesta de diseño institucional distinto al que existió en sexenios anteriores, hoy tendrá un marco legal pleno, que pretende responde a un mayor rango de independencia del gobierno federal en relación a EEUU.
La seguridad pública en México está unida a los intereses de Washington, sobre todo en lo relativo a drogas y armas. La situación es de asimetría con la potencia del norte. Hoy tal asimetría ha dejado de ser una subordinación como lo fue en sexenios anteriores. En efecto, tanto por factores externos como es: la debacle de la unipolaridad global y regional de EEUU, e internos como es: el contar con una administración federal nacionalista. Pero México continúa en una jaula geopolítica.
La Guardia Nacional tiene el reto de la profesionalización de su personal con un sentido policial, cívico y garantista de derechos humanos, para salvaguardar la integridad personal y patrimonial, que al estar bajo el control de la Secretaría de la Defensa Nacional se genera mejor percepción social de la seguridad pública y contará con una Institución menos sujeta a los vaivenes políticos tanto de gobierno en turno como de La Casa Blanca.
Los problemas de seguridad pública son del orden internacional, federal y local que se presentan en las comunidades y en los municipios; sin embargo, las policías municipales son las que cuentan con menor aprobación y son las que tienen menor capacitación y menor cantidad de recursos para hacer su función, aunado a que son frecuentes las complicidades entre el crimen organizado con la policía municipal y los presidentes, ¿Qué pasaría si se arma, capacita y fortalecen las policías municipales sin la mediación de la Secretaría de la Defensa Nacional? e allí una razón de centralizar la seguridad pública en la federación y en la institución con mayor prestigio: el ejército. En fin, ¿usted qué piensa?…
