Luis Adalberto Maury Cruz
lmaury_cruz@hotmail.com
Desde la ideología woke la autopercepción es un elemento central y eje de sus sistema. Negarlas se asume como: intolerancia, discriminatorio, machista, homofóbico, en suma como políticamente incorrecto; pero ¿esto es correcto? Empero, ¿qué son las autopercepciones?, ¿cuándo son incorrectas?.
Las autopercepciones son entendidas como el conjunto de valoraciones que una persona tiene respecto de sí misma en un campo de acción y momento determinado; una valoración es una forma de apreciación; por lo tanto, la autopercepción remite a creencias que se tienen sobre sí mismo. Sin embargo, la autopercepción no es un criterio epistémico, ni ético, ni estético, ni biológico.
La autopercepción no nace de la individualidad, pues el humano es un ser social y ese en ese entorno donde adquiere esas valoraciones y creencias; más aún se puede tener una autopercepción introyectada por ese entorno; por ello tenerla no nos hace adultos o independientes, por ello una persona se puede percibir como una buena persona porque sigue los estándares de su religión, y ser una misandra.
Tras lo señalado resulta obvio que una autopercepción puede ser correcta o no, más aún es sólo una apreciación, por ello no es razón suficiente para que otra persona la acepte o rechace.
Hoy es frecuente encontrar a personas que exigen que sus autopercepciones sean asumidas como verdaderas o correctas. O escuchar a afirmaciones como: “esta es mi verdad”, “me tienes que aceptar como soy”; esto es un despropósito, actitudes infantiles y tiránicas. Son un despropósito porque la autopercepción no es un criterio, es infantil porque es una rabieta y falta de adultez el suponer que uno es el centro de todo, y es tiránico porque se impone por el chantaje o por la fuerza (legal, política o física).
Autopercibirse como un símbolo sexual (en el sentido que usted guste), no es condición para ser un símbolo sexual. Así, como autopercibirce como inocente y no feminicida creyendo y diciendo: “yo no mate a ninguna persona, eso era un animal” cuando privó de la vida a su esposa por motivos pasionales. Esto ratifica que existen autopercepciones erróneas y hasta criminales. Así, la autopercepción tiene límite y no toda es correcta.
El problema de la autopercepción es cuando afecta a un tercero o es disfuncional para sí mismo. Tiene derecho alguien a asumiese como guste digamos: transgénero, transedad, tansespecie, transdiscapacidad; tiene derecho al libre desarrollo de su personalidad, a vivir como guste.
El punto es no trasgredir el derecho del otro. Por ejemplo, una persona adulta digamos de 50 años se puede autopercibir en términos de transgénero y trasedad, como una niña de 12 años, tiene derecho a seguir los estereotipos de género de una niña (usar vestido color rosa y usar coletas por ejemplo) y andar así por la calle; pero esto no le da derecho a tener como novio a un niño de 10 o 12 años, claramente esto sería un delito de corrupción de menores o pederastia. Tampoco hay obligación de aceptar su disforia como algo normal y tratarlo como niña de 12 años, sino que el trato es como otro adulto, pero que tiene este gusto/filia. No aceptar a esta persona como niña de 12 años no es discriminación, pues evidentemente no lo es, debe ser tratado como lo que es, lo cual es notorio y evidente.
Tratarlo como niña de 12 años condena a absurdos como: inscribirlo en una escuela de educación primaria (para niños), dejarlo usar el baño para niñas, tendría que tener un tutor, no podría realizar actividades de adulto como: trabajar, votar, disponer de cuentas bancarias, ni de títulos crediticios, tendía que ser atendido por un pediatra y recibir dosis médicas de infante, en un juicio no tendría que ser tratado como adulto y capaz, como se ve seria un absurdo.
Otro caso, el transespecie, digamos que una persona, mujer, se asume como caballo o perro conllevaría, de llevarlo a sus últimas consecuencias, a ser atendido por un veterinario y no por un médico, a recibir vacunas como aquella contra el parvovirus (que se le aplica a los perros no a los humanos), tal persona se pudiera cruzar con una perra o yegua, lo cual sería zoofilia y maltrato animal, incurriendo en delitos, y se tendría que recluir en una perrera o establo, no en una prisión haciendo que la autoridad incurra en tratos crueles e inhumanos. Como se ve es otro absurdo.
Es claro que el libre desarrollo de la persona en el ámbito sexual debe ser garantizado. Se tiene el derecho a una sexualidad plena ya sea heterosexual, homosexual, bisexual, (hasta asexual), a tener fetiches, juguetes sexuales, a tener los roles de género que se gusten mientras no trasgreda el derecho de un tercero. Por ello, en materia sexual hay pleno derecho a la individualidad y a las asociaciones, a las uniones, a los encuentros; siempre y cuando exista capacidad para decidir libremente entre las partes. La pederastia, la violación no son derechos son crímenes porque en una parte no hay capacidad de elección. En el caso del adulto el libre desarrollo es pleno, en el caso del infante es progresivo.
¿Hay derecho a ser travesti o ser drag queen?, evidentemente sí, el punto es que se pretende con ello, por ejemplo se busca un espectáculo para adultos, pues muy bien, si es para adultos (no para niños), se quiere pasear así por la ciudad, muy bien, es su derecho y como tal ha de ser respetado. (Cabe aclarar que el drag que es un show de entretenimiento puede ser desempeñado por cualquier persona independientemente de su identidad de género).
Veamos a fondo, el travesti (hombre o mujer) perpetua los estereotipos de género tradicionales. Pues, se viste con ropa asociada a la otra identidad sexual, el hombre se viste de mujer femenina y la mujer de hombre masculino, simplemente se intercambian los estereotipos de género en el vestir, en el posar, en las actitudes, con frecuencia con una carga de histrionismo, lo cual también es su derecho. Lo incorrecto seria obligar a alguien a travestirse.
Un hombre se percibe como mujer, ¿tiene derecho a ser transexual?, claro que sí, él es libre de hacer con su vida y su cuerpo lo que guste, pero eso no quiere decir que los otros le han de pagar sus gustos, deseo o autopercepciones. (El Estado y la salud pública se basan en datos objetivos, no en apreciaciones personales, en todo caso hay prioridades médicas como el cáncer, la diabetes, la obesidad que son temas graves y que impactan mayormente a la población. Por lo tanto, la transexualidad no es parte de la agenda de salud pública).
Imaginemos que una persona dice: “esta no es mi pierna”, “médico amputádmela, no la quiero, no es mía”; efectivamente es una disforia corporal, sería extraño y poco usual que el médico accediera a esta petición fundada en esta autopercepción. Quizá la persona termine por amputarse su pierna, en lo personal pienso que es un despropósito y que algo anda muy mal, pero será su acción y decisión.
Pero ¿valoramos de la misma forma? cuando se suministran hormonas, bloqueadores hormonales, hay amputaciones de mamas y de genitales, para hacer penes y vaginas artificiales; hombres y mujeres trans. Tales intervenciones no tienen retroceso, no se habla masivamente de los efectos adversos y de los casos de arrepentimiento, pero hay que pensar porque ocurre esto.
El problema se complica cuando quién se hormona y a quién le amputan genitales es un infante. Es decir, ¿existen las infanciastrans o lisa y llanamente es corrupción de menores? Evidentemente infanciatrans no es intersexualidad, por otro lado con frecuencia los hijos son el síntoma de los problemas de sus padres y de su hogar, ¿acaso los trans no serán los padres?, ¿los padres saben los efectos de tal intervención fisiológicos, hormonales, psicológicos?, ¿los padres están para garantizar la integridad del menor, no para someterlo a un procedimiento irreversible, que no es vital, ni necesario? Por otro lado el infante es menor de edad no tiene capacidad para decidir plenamente, ni es autosuficiente ni en lo económico, político, fisiológico, emocional y cognitivo, está en fase progresiva de ejercer su libertad. Por eso el trabajo infantil, la prostitución infantil es un crimen; ni tienen derechos a elegir gobernantes, también les está prohibido la venta y el consumo de alcohol, tabaco y pornografía porque son menores de edad.
Como ve, no se habla de la autopercepción del menor, sino del como lo vemos y cómo se autoperciben sus padres, y cabe preguntar ¿qué tienen estos padres en la cabeza? No hay que omitir, toda autopercepción nace no en el seno de nuestra individualidad, sino de la interacción social con los otros, con el entorno y con las narrativas que nos circundan.
Dos digresiones:
1. Frente a esto el gobierno texano redirecciona a los niños, niñas y adolescentes trans a servicios de protección y acusará del delito de abuso infantil a quienes apoyen está transición incluyendo madres, padres, médicos y profesores. Esto es capital pues garantiza el interés superior del menor.
2. En 2022 se reconoció que una de cada 67 personas en México es intersexual de acuerdo a la CONAPRED, pero esto no quiere decir que tengan que someterse a una amputación y hormonación.
Algunas conclusiones
La autopercepción en general y en particular la relativa a lo sexual y al género, debería llevarnos por una vida sana, de autoaceptación, funcionalidad, realización personal y autocuidado, de tal forma que nos remita vivir en armonía interna y también con el exterior, a reconciliarnos con los otros y con el mundo. Como es obvio esto no siempre es así; ¿qué se requiere? Pues reconocer que la autopercepción es una simple valoración y creencia personal, no es la VERDAD ABSOLUTA.
La autopercepción sexual o de género son el conjunto de valoraciones que una persona tiene respecto a su sexo, sexualidad, género y roles en un campo erótico y sexual; por ello, la autopercepción remite a creencias que se tienen sobre sí mismos, no es conocimiento, por el contrario puede ser falsa, aunque no necesariamente.
La autopercepción es correcta cuando coincide con la realidad, es incorrecta cundo contradice la evidencia, es disfuncional cuando lleva a minar la propia condición humana (en lo fisiológico, económico, intelectual y emocional), es un crimen cuando transgrede los derechos de un tercero.
Hoy la cultura progresista ha hecho de la autopercepción un despropósito y un culto, el no estar de acuerdo con ella es asumido como una blasfemia. La ideología woke se parece a la inquisición y la autopercepción a un acto de fe, y a quien la niega ha de ser pasado por un auto de fe, quemarlo, satanizarlo y hasta violar su derecho a disentir (aun cuando se tiene razón y evidencia).
En fin, ¿usted qué piensa?…
