Fernando Camacho Servín
Aunque se han logrado diversos avances normativos en años recientes, las niñas, niños y adolescentes en México siguen enfrentando graves condiciones de violencia y falta de oportunidades de desarrollo, por lo que es urgente que los derechos de las infancias sean una prioridad para quienes aspiran a un puesto de elección popular en los comicios de junio próximo.
Así lo afirmaron integrantes de la organización civil Save The Children, quienes ayer dieron a conocer una lista de 14 propuestas para mejorar la situación de la niñez en el país, con las cuales se puede “salir de la banalidad del proceso electoral” y llamar la atención sobre la realidad “abrumadora y terrible” que viven los menores.
En conferencia de prensa para presentar el documento “Visión 2030: Agenda de derechos de niñas y niños para proyecto de nación”, David Calderón, director del Centro de Excelencia de Save The Children en México, resaltó la gravedad del panorama de violencia contra las infancias en el país.
“Al menos 6 de cada 10 niños y niñas, dijo, son criados con métodos violentos, más de 2 mil fueron asesinados en 2023 y el 27.5 por ciento de todos ellos no tuvieron acceso a servicios de salud. En los últimos años, sólo 4 de cada 10 han tenido completos sus esquemas de vacunación. En 10 años, casi 22 mil niños y niñas han sido asesinados y casi 190 mil han sido víctimas de trata o secuestro”, lamentó.
“Por todo esto, una agenda para una visión 2030 de los derechos de NNA debe ser una prioridad, tanto para los candidatos como para los votantes. La situación no amerita menos que la más alta prioridad”, dijo Calderón.
En ese marco, Nancy Ramírez, directora de incidencia política de la organización, enumeró una serie de 14 propuestas que le harán llegar a las candidatas a la Presidencia y otros cargos de elección popular, entre ellos la importancia de crear un Sistema Nacional de Cuidados y un programa de cuidados de salud de cobertura nacional.
Asimismo, llamó a crear una línea de reporte de hechos de violencia contra menores, donde sean los propios infantes quienes puedan denunciar; así como programas de salud mental y desarrollo socioemocional, y de bienestar social con transferencias económicas para todos los hogares en pobreza multidimensional donde viven niñas, niños y adolescentes.
Además, propuso mejorar y fortalecer el programa “La escuela es nuestra” y crear programas enfocados en educación inicial, de atención a niñez vulnerable por movilidad y por trabajo infantil –entre ellos el relacionado con labores como jornaleros agrícolas—y darle cumplimiento real a la Ley General de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes.
