La menor Naia, de ocho años, venció la leucemia linfoblástica aguda, un tipo de cáncer que afecta la médula ósea, tras recibir tratamiento durante casi tres años en el Centro de Referencia Estatal para la atención del Niño y la Niña con Cáncer (Oncocrean) del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Morelos.
Para celebrarlo, la paciente junto y sus padres fueron escoltados por una caravana de motociclistas desde el municipio de Temixco hasta el Hospital General Regional con Medicina Familiar (HGR/MF) número 1 en Cuernavaca, donde la niña tocó la “campana de la victoria” y plasmó su mano en el árbol de la vida.
La hematóloga pediatra adscrita a este centro, Daniela Vargas Gutiérrez, detalló que en 2020 la menor fue diagnosticada con dicha enfermedad y desde entonces recibió un tratamiento llamado Protocolo Total XV, el cual consistió en 120 semanas de terapia de mantenimiento.
Explicó que se llevó a cabo el tratamiento en tres fases: fase de inducción a la remisión (quimioterapia), consolidación, en donde se continúa con quimioterapia y uso de otros medicamentos; y el mantenimiento.
Vargas Gutiérrez agregó que la infante se mantendrá en vigilancia por cinco años con revisiones mensuales, estudios de laboratorio para confirmar que todo marcha bien. “Naia puede retomar sus actividades, como regresar a la escuela”.
Refirió que este logro y para que más niños sean dados de alta del HGR/MF número 1, trabajan en conjunto el director médico, doctor Roberto González Carcaño; la coordinadora del programa, doctora Nayelit Barrera Vázquez; el personal médico, de Enfermería y de apoyo administrativo, Trabajo Social y vigilancia.
Naia reconoció al personal de salud del HGR/MF número 1 en Cuernavaca, por brindarle la atención necesaria para lograr superar la enfermedad.
Su mamá agradeció el apoyo de todos en el IMSS Morelos porque detrás del caso de su hija hay mucha gente que da su tiempo para ayudar a quienes luchan contra esta enfermedad.
Recomendó a los padres que tienen a un hijo con cáncer que “no se desesperen y tengan mucha fe en sus pequeños y en el personal de salud, pero principalmente en las y los menores, ya que ellos pueden enfrentar esta enfermedad porque son muy fuertes y pueden hacerlo”.