Por: Miguel Salvador Rodríguez Azueta
Mi investigación sobre la familia Holzinger en Veracruz data del año 2007, y a 175 años de la Invasión Norteamericana a Veracruz y el interés de la Secretaría de Marina a través del Museo Histórico Naval, traigo nuevos datos sobre la historia de esta familia de alemanes radicado en Veracruz.
La familia Holzinger en Veracruz se integraba por Juan José y José Sebastián, ambos personajes sino fueron padre e hijo, si estaban vinculados familiarmente y aquí los datos con los que hago dicha aseveración.
Juan José de oficio ingeniero, había nacido en la Confederación Germánica – hoy Alemania a inicios del siglo XIX, llegando a México a en 1825 para trabajar en la Minas Real del Monte de Pachuca, que por aquellos años trataba de reanimarse con tecnología inglesa y germana. Durante la Revolución de Santa Anna de 1828, ambos personajes se conocen en Oaxaca y es allí, donde cambia la vida del arquitecto Holzinger, pues éste es invitado por el carismático Antonio López de Santa Anna para hacerse cargo de las remodelaciones de la famosa hacienda “Manga de Clavo”, posteriormente el arquitecto entra al ejército formando parte del cuerpo de ingenieros, como teniente. Después de un breve paso por Xalapa trabajando para el General Iberri en 1830, pasa a formar parte del ejército de operaciones en Texas en 1836, al lado de otro personaje ilustre de la historia de Veracruz, el general Juan Soto.
Es durante la campaña de Texas cuando el general José Urrea derrotó a los insurgentes texanos en la batalla del Encinal del Perdido el 2 de marzo de 1836. El responsable de llevar las negociaciones y la traducción de la rendición de J.W Fannin y sus 400 hombres fue Juan José Holzinger. Posteriormente y antes la ordenes de Santa Anna de fusilar en la acto a todos los piratas tomados con las armas en la mano, el distinguido Holzinger abogó por algunos extranjeros de origen alemán a quienes se les perdonó la vida en aquella triste pero celebre “Matanza de Goliat”, acción por la cual después de la vergonzosa derrota de San Jacinto, el arquitecto soldado fue despachado para México sin mayores contratiempos por parte de las autoridades texanas.
Apuntes históricos indican que el señor Holzinger compró algunos terrenos en Puente Nacional donde fincó su residencia. Posteriormente en los turbulentos años 40´s del siglo XIX, encontramos al arquitecto fungiendo como Prefecto Político del Departamento de Veracruz, algo así como un delegado federal de hoy en día.
Durante la ocupación americana de Veracruz en 1847 es designado jefe de la Policía en el puerto. De acuerdo a los escasos datos encontrados acerca del arquitecto Holzinger, nuevos datos documentados nos indican que muere en su hacienda veracruzana en 1864 y posteriormente sepultado en el Panteón de San Fernando en ciudad de México.
Por lo que hace a José Sebastián Holzinger la armada de México tiene bien su hoja de servicio, señalando que se dio de alta en la naciente Marina Nacional el 10 de febrero de 1842 como teniente habilitado, dado sus conocimientos de la mar y el dominio de lenguas extranjeras.
Como referencia de su nacimiento se señala igualmente la actual Alemania y el año de 1821, por lo que el teniente andaba rondando los 21 años cuando entró a la marina mexicana.
Los mismos historiadores de la Armada de México señala que se sabe poco de su Juventud, pero hace unos días encontré un dato interesante, el acta de matrimonio de Sebastian Holziger y Rosario McElrroy, de 20 de Octubre de 1851, en la Catedral de la Asunción de esta ciudad, donde afirma ser originario de Alemania, de 31 años y 6 años de residencia en la ciudad de Veracruz e hijo de Juan Holzinger y Margarita Biarrit.
Ahora bien, de acuerdo a sus hoja de servicio el marino Holzinger se destacó por sus acciones durante el conflicto por regresar a Yucatán al seno de la federación mexicana, bajo el mando del Capitán Tomas Marín, Holzinger logró sendos triunfos contra las escuadras texana -yucateca, dañando varios barcos texanos, con la escuadrilla compuesta por los navíos Guadalupe, Regenerador y Moctezuma. Por dicha acción el gobierno le otorga la cruz de honor y el 21 de Febrero de 1844 le concede el grado de Primer Teniente.
Durante la semana trágica del 22 al 29 de marzo de 1847, Sebastián Holzinger estuvo al mando del baluarte de Santa Bárbara, desde donde de acuerdo a las notas y testimonios hizo gran daño al campamento norteamericano situado frente a la ciudad amurallada. En ese ocasión surge la anécdota que señala que Holzinger junto con Francisco A. Vélez, – futuro Gobernador-, en aquel entonces cadete de 16 años, arriesgaron al vida tratando de colocar una bandera mexicana caída durante el cruento bombardeo americano.
Después de la capitulación del puerto, Sebastián arriesgó nuevamente su vida al dirigirse a Cerro Gordo, en donde fue capturado y enviado a la ciudad de Veracruz.
En esta ciudad se establece como ya hemos dicho formando una familia y además consigue permiso del Ayuntamiento en 1848 para instalar un molino de agua en la fuente de la “aguada”, justo en el muelle para surtir del vital líquido a los barcos.
En 1852 nace su hija Josefa Holzinger en el puerto siendo padrino el señor José Holzinger- Por lo que vuelvo a deducir que eran parientes muy cercanos –
Siguiendo su hoja de servicio, Holzinger recibe el grado de Capitán de fragata en 1855, y para el año 1858 durante la guerra de Reforma, en la ciudad Tampico los constitucionalista lo invitan a salir del país, por lo que de Sebastián Holzinger no se vuelve a tener mayores datos de su paradero, algo triste para la historia de Veracruz. A nivel nacional se ha honrado al marino con unos buques de guerra que llevan su apellido, los interceptores “Clase Holzinger”. En el puerto para variar sólo hay un callejón bautizado en su honor, desafortunadamente para variar la placa no lleva el nombre de pila, así que bien puede ser el callejón de José o Sebastián o de ambos, y para que siga la mata dando el apellido está mal escrito, pues en vez de Holzinger le pusieron Hotlzinger. El lugar está ubicado entre 5 de Mayo y Francisco I. Madero esquina Lerdo. Por cierto, a manera de comentario personal, el callejón está muy bonito, es pintoresco, es parte del Veracruz antiguo.
Imagen:
Sebastián Holzinger
Armada de México