Ayer dieron el último adiós a Óscar Dorantes Candanedo, uno de los policías que privaron de la libertad y de la vida en la ciudad de los 30 Caballeros, Córdoba, luego de que un grupo de la delincuencia organizada los atacó; el féretro fue cubierto con la bandera de México, flores blancas, rojas, y rociado con agua bendita y las lágrimas de sus deudos.
En una humilde vivienda del municipio de Banderilla, familiares y amigos velaron el cuerpo en la casa de su madre, una mujer de la tercera edad que llora desconsolada por la muerte de su hijo.
Oscar tenía 55 años, de los cuales 25 estuvo al servicio de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Veracruz; su madre, esposa e hijos lo acompañaron camino a la iglesia de Banderilla, donde fue la misa de cuerpo presente y luego se trasladó a su última morada, en el panteón municipal.
La SSP rindió un homenaje póstumo en el cuartel de San José “General Heriberto Jara Corona”, a quien es considerado policía caído en cumplimiento de su deber.
El entrevistado aseguró que Óscar Candanedo era el sostén de la familia, por lo que más allá de exigir a las autoridades que respondan porque murió en cumplimento de su deber
Ya en el sepelio, uno de los amigos de Óscar recordó su niñez, incluso cuando iban juntos a la escuela y a la iglesia, donde eran acólitos al servicio del párroco del templo de Banderilla, mismo lugar donde ayer fue la ceremonia religiosa.
Entre el agua bendita, una lluvia de aplausos, lágrimas, la familia desconsolada y amigos, dieron el último adiós a Óscar.
Más de 30 policías asesinados en Veracruz
Cuauhtémoc Zúñiga Bonilla, titular de la Secretaría de Seguridad Pública, durante su comparecencia ante diputados del Congreso local en noviembre pasado, reveló que en lo que va de la actual administración gubernamental y hasta ese entonces, 30 policías habían perdido la vida en cumplimiento de su deber.
En ese sentido, reportó que 24 familias ya fueron beneficiadas con el cobro de su pensión, dos se encuentran en trámite y de cuatro aún no hay registro de solicitud.