De acuerdo con un estudio dado a conocer por la organización Artículo 19, el sexenio de Javier Duarte en Veracruz está considerado como el “más oscuro” para el ejercicio periodístico. En dicho periodo, 17 comunicadores fueron asesinados y otros tres desaparecieron.
“En 2010-2016 México fue el país con más periodistas asesinados en el mundo, fue la época en la que tuvimos más asesinatos, desapariciones y diversos crímenes contra la prensa, y en esa época hubo un estado en particular, que fue Veracruz, donde en menos de seis años se asesinaron a 17 periodistas y se desaparecieron a tres”, expresó Paula Mónaco Felipe, quien coordinó la investigación titulada “Veracruz de los silencios”.
Señaló que si bien Javier Duarte, al ser el gobernador, era el rostro más visible de la violencia en el estado, detrás de él había otros servidores públicos, empresarios y grupos criminales que propiciaron un entorno inseguro para los periodistas.
“Creemos que ese es el peor tiempo de espacio, el más oscuro”, insistió la coordinadora de la investigación, quien también lamentó que actualmente siga latente la violencia contra la prensa en Veracruz.
“La gran conclusión es que todo es presente, que eso que parece tan pasado, 2010-2016, es muy presente porque los miedos, las deudas, el dolor y las preguntas siguen ahí porque todo continúa igual o peor”, añadió.
La investigación encabezada por Artículo 19 detalla el contexto en el que periodistas trabajaban en Veracruz en el sexenio de Javier Duarte, cuando grupos del crimen organizado, como Los Zetas, tomaron control del territorio y se coludieron con autoridades para sus negocios.
Actualmente el exgobernador priísta continúa preso por diferentes delitos y altos funcionarios de su administración también son buscados por las autoridades.
Sobre los detalles de la violencia que sufrieron los comunicadores en aquella época, precisaron que 65 por ciento de los afectados en el sexenio de Javier Duarte desaparecieron en la vía pública; 75 por ciento tenía amenazas recientes por una circunstancia particular; 100 por ciento sufrió una agresión de un grupo-comando; y 88 por ciento de los cuerpos de víctimas fue expuesto en la vía pública o lugares visibles.
