Orizaba, Ver.- La Reforma Electoral que plantea el gobierno federal significa un retroceso de hasta 50 años de la vida democrática del país; de aprobarse, finalmente, el gobierno federal actual y los siguientes tendrán el control absoluto de los procesos electorales, “es un atentado a la vida democrática del país”.
Para David Estévez Gamboa, dirigente de la Asociación Nacional Transportista (Antac), con la ampliación de la presencia de las fuerzas armadas, el territorio nacional corre el riesgo de, primero, “militarizar el país, quien lo hace es un dictador, y de paso instaurar un Estado antidemocrático. Es un grupo que con la ayuda de la milicia busca perpetuarse en el poder”.
Si nos vamos a la Constitución del país, “los militares tienen que estar en los cuarteles, están para el cuidado de la nación, hoy tenemos a los castrenses en la vida pública de los ciudadanos. Estas acciones no despiertan dudas en el hecho de que el partido que ahora está en el poder, tanto en el gobierno federal como en la mayoría de los estados, “trata de perpetuarse en el poder, al intentar apoderarse del árbitro electoral sin ningún derecho, aun cuando la votación les falló porque no tuvieron la mayoría calificativa para lograr su propósito”.
Sin embargo, precisa, “vemos lo obstinados que están y a toda costa quieren salirse con la suya, incluso el mismo senador Félix Salgado Macedonio aseguró que no quieren destruir al Instituto Nacional Electoral (INE), al contrario, lo quieren fortalecer, eso es totalmente falso”, resaltó.
Considera que si el INE estuviera mal “no tendrían la presidencia de la República, mayoría en la Cámara de Senadores y en la Cámara de Diputados, gubernaturas y alcaldías, quienes están actualmente tienen miedo a perder todo lo que han ganado en las urnas, y perderlo por el mal trabajo que han hecho”, subrayó.
Inmiscuirse con el árbitro electoral, “que es el INE, es para apoderarse de las elecciones del 2024, quieren manipular y traficar con la pobreza mexicana para ganar los próximos comicios electorales, estamos a un paso de perder nuestra democracia, es una monstruosidad como nunca antes se había visto con los gobiernos neoliberales, eran perversos, pero hoy lo veo más peligroso que los anteriores”.
