Orizaba, Ver.- El crecimiento urbano pone a un paso del caos a la humanidad, pues se calcula que, en 25 años, el mundo vivirá una grave escasez de agua, es más, “el uso del agua en los pasados 40 años creció 1 por ciento, lo que es una cifra muy elevada”, advierte Graciano Illescas, presidente del Consejo Intermunicipal de Ambientalistas.
Al respecto, señala que el crecimiento urbano es uno de los factores que influyen en el desabasto de agua en las grandes ciudades, pues 56% de la población mundial vive en ciudades y se espera que esta tendencia continúe al grado que, para 2050, se estima que siete de cada 10 personas vivan en ciudades”.
De seguir este camino, advierte, “en breve tendremos la aparición de nuevas megaciudades con más de 10 millones de habitantes y esto representa no únicamente un reto demográficos y ambientales, sino que además se adentra en la vulnerabilidad hídrica, pero incluso para ciudades más pequeñas también es un reto, pues su expansión ejerce mayor presión sobre los sistemas municipales locales”.
Ante estas condiciones, anticipa que la vulnerabilidad hídrica aumenta, debido a que existe una mayor demanda de agua, lo que provoca escasez, conflictos y la sobrecarga de los organismos operadores de agua, lo que termina por agravar la desigualdad en el acceso a ella.
“Esto, sin mencionar que la presencia de actividades humanas e industriales aumentan la contaminación del agua y la necesidad de generar tratamientos para las aguas residuales, de igual forma, aumenta la presión a sobre los acuíferos, los cuales deberían explotarse en situaciones de extrema urgencia”.
En el mundo, estima Illescas, “el uso del agua ha aumentado aproximadamente 1% al año durante los últimos 40 años, debido al crecimiento demográfico, y se calcula que un tercio de las ciudades del mundo que dependen de las aguas superficiales compiten con la agricultura, que utiliza alrededor del 72% del agua dulce extraída en el mundo. Se prevé que la competencia por agua dulce entre ciudades y agricultura crecerá por la urbanización”.
Otro de los factores que influyen en este tema es el cambio climático, “hecho que ya presenta desafíos para la disponibilidad y gestión del agua en las ciudades, que van desde inundaciones, sequías, patrones de precipitación impredecibles, aumento de concentración de contaminantes en el agua, aumento de desastres naturales, impacto negativo en la economía, hasta la necesidad de adaptarse a las nuevas condiciones climáticas.
“Estas problemáticas se encuentran causando estragos, por ejemplo; más del 90% de los grandes desastres naturales en ciudades se produjeron a causa de inundaciones, tormentas, olas de calor, sequías y otros fenómenos meteorológicos producto del cambio climático. Se estima que, por cada grado de calentamiento global, aproximadamente 7% de la población mundial estará expuesta a una disminución de al menos 20% de los recursos hídricos”.
Por ello y frente a este panorama, recomienda, “es indispensable proponer soluciones sustentables para abordar estos desafíos y mitigar dichos efectos, como, por ejemplo, proteger la fuente y para ello es necesario que se hagan esfuerzos de protección en las cuencas que abastecen de agua a las ciudades”.
Otra de las acciones que mitigarán la vulnerabilidad de la población ante la escasez de agua que se puede tener, es mejorar la gestión de las aguas pluviales “porque con el crecimiento urbano, crecen las áreas impermeables, por lo tanto, es fundamental considerar sistemas de drenaje separados, es decir, uno para las aguas residuales domésticas y otro para aguas pluviales”.
Una alternativa más, es reducir los espacios impermeables porque es indispensable, “dejar de pensar a la lluvia como una amenaza y más como una fuente valiosa de agua. Se deben plantear estrategias que retengas la lluvia in situ, sin embargo, esto requiere mucha planeación urbana”
Para la mejora del tratamiento de aguas residuales, “se debe asegurar que las aguas residuales reciben tratamiento adecuado, con el cual incluso se puede hacer reúso de esta y contar con un sistema cerrado e incluso pensar en la reutilización de lodos”.
