Cada vez son más frecuentes, los casos de vivales que se aprovechan de las necesidades de la gente, que con la esperanza de tener ingresos extra para atender diferentes situaciones, confían en invertir sus ahorros o préstamos en supuestos negocios, sin sospechar que serán víctimas de fraude.
Es el caso de una inversionista quien fue invitada por un amigo a participar en un negocio que le daría rendimiento del 10 por ciento, con cualquier suma que deseara invertir.
La persona afectada relata que, quien la convenció de entrar aseguró que el negocio “era muy seguro” y con buenos dividendos, ya que el dueño de la empresa, José María Álvaro Lozano López, además tenía financieras y hacía diferentes actividades comerciales que respaldarían su inversión.
Es así que después de mucha inasistencia (porque confió en que era un negocio seguro y con alto margen de ganancia) decidió invertir más de 30 mil pesos.
El 12 de agosto de 2022 acudió a las instalaciones de la empresa para firmar un contrato. Karina González Guevara, la representante legal de Inversores Lozano, “le dio confianza”.
Ahí observó que en diferentes mesas personas se entrevistaban con los inversores, quienes les explicaban los beneficios del negocio y de aceptar recibían el dinero de la inversión, en efectivo.
El trato era que una vez hecho el primer depósito, cada semana se le pagaría el rendimiento obtenido, pero además, en su caso, un bono de mil pesos. Al cabo de ocho meses, la cantidad invertida se le regresaría íntegramente.
La primera semana, el rendimiento se cobró tal y como se estipuló, no obstante, una tarde mientras se encontraba en su trabajo, una conocida de la quejosa, quien también era inversionista, le contó que la empresa ya no se encontraba en sus oficinas del edificio Hakim, en Xalapa.
De inmediato se comunicó con quien le hizo la invitación a participar en el negocio, quien aseguró desconocer la situación.
Su amigo ofreció ser intermediario con el dueño de la empresa para lograr que recuperara su inversión, sin embargo, más de ocho meses han pasado sin que haya logrado recibir un solo centavo.
Al hacer público su caso, espera que más personas defraudadas se concentren y puedan integrar una denuncia colectiva, ya que también la empresa operaba en Coatepec.
A decir de la afectada, en redes sociales se ha expuesto al defraudador, pero como ninguna denuncia, al parecer, se ha formalizado, sigue en plena libertad.
