Integrantes de la Coalición de Pensionistas Independientes del Estado de Veracruz (Copipev) se manifestaron para recordar el violento desalojo de que fueron objeto el 23 de diciembre del 2015, durante la administración de Javier Duarte de Ochoa por parte de la Policía Antimotines, cuando exigían el pago de pensiones y aguinaldos a la fecha no les han atendido. Todavía no han obtenido justicia.
Con la tradicional “Rama”, los manifestantes demandaron por enésima ocasión a las autoridades de la Fiscalía General del Estado (FGE) las acciones para castigar a los presuntos responsables de la agresión.
Sergio Téllez, presidente de la agrupación, recordó ese “negro día”, cuando se manifestaban en la plaza Sebastián Lerdo de Tejada, en le centro de Xalapa, y “habiendo una comisión que dialogaba con el secretario de Gobierno, Flavino Ríos Alvarado, nos soltaron a la fuerza pública, agrediéndonos en una manifestación pacífica y legítima que demandaba el cumplimiento de la ley. Es por eso que de esa fecha hasta ahora, año con año regresamos para conmemorar, recordar y hacer historia sobre el tipo de excesos que puede cometer un gobierno”, añadió.
En octubre de 2018 la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitió una recomendación al gobierno estatal por violaciones a las garantías individuales y a la libertad de expresión, a raíz de las acciones cometidas por los policías, ya que ese 23 de diciembre de 2015 fueron replegados por los elementos policiacos, al estar tres días consecutivos reclamando lo que por derecho les correspondía.
De esa fecha hasta ahora, la investigación está pendiente por parte de la FGE y han cambiado a siete fiscales y ninguno ha atendido esta queja ni ha dado ningún resultado. Señalan que el responsable –contra quien la FGE no quiere actuar– es Flavino Ríos Alvarado, quien presuntamente dio la orden de sacar a la Policía y arremeter contra los jubilados y pensionados.
En ese tenor, sostuvo que una disculpa pública del gobierno no es suficiente ante un hecho que lastimó y consternó a quienes estaban en el Centro Histórico, así como a Xalapa, con alcances nacionales e internacionales.
No sólo fue el repliegue, puntualizan en 2023, pues la valla de granaderos aplicó la fuerza para desplegar hacia las orillas a los manifestantes, mientras los agredía con toques eléctricos y a empujones. “No les importó nada y nosotros no cometimos ningún delito, la protesta era para exigir lo que nos correspondía por ley”, expresaron quienes fueron testigos o vivieron la agresión física o verbal.
Finalmente, insistió a las autoridades de la FGE a ponerse las pilas, cumplir con su responsabilidad y se procure la justicia a quienes resultaron agraviados por esta acometida.
