Por enésima vez hubo alarma por fuerte olor a gas en el edificio Nachita, en la calle Enríquez del centro de Xalapa frente al parque Benito Juárez, lo que movilizó a los bomberos.
El oficial Carlos Mejía refirió que estas fugas de gas son más frecuentes en temporada de calor, principalmente en conexiones de plástico.
Por ello recomendó el uso del cobre y a los propietarios de negocios y casas habitacionales que revisen sus tanques estacionarios en temporada de altas temperaturas.
“En temporada de calor hay que tener mucho cuidado; se debe hacer una revisión de las instalaciones porque muchas personas tienen los tanques en las azoteas en espacios abiertos”, comentó.
La fuga que se registró alrededor de las 8 horas de este jueves en dicho inmueble no representó ningún riesgo para la población, pero sí alertó a las corporaciones de auxilio por el fuerte olor.
Según el bombero, es posible que la falla fue debido a que al momento de cargar el combustible la válvula del tanque estacionario quedó levantada.
“Lo que pudo haber pasado es que vino el repartidor y al parecer se quedó la válvula levantada con la línea de llenado cargada y fue lo que alarmó a las personas”.
El olor al combustible se expandió en oficinas del edificio y en el restaurante La Parroquia de la calle Enríquez.
“Se procedió a liberar la línea de llenado y no hay ningún riesgo, excepto por la molestia del olor”, finalizó.
Agencias Por enésima vez hubo alarma por fuerte olor a gas en el edificio Nachita, en la calle Enríquez del centro de Xalapa frente al parque Benito Juárez, lo que movilizó a los bomberos.
El oficial Carlos Mejía refirió que estas fugas de gas son más frecuentes en temporada de calor, principalmente en conexiones de plástico.
Por ello recomendó el uso del cobre y a los propietarios de negocios y casas habitacionales que revisen sus tanques estacionarios en temporada de altas temperaturas.
“En temporada de calor hay que tener mucho cuidado; se debe hacer una revisión de las instalaciones porque muchas personas tienen los tanques en las azoteas en espacios abiertos”, comentó.
La fuga que se registró alrededor de las 8 horas de este jueves en dicho inmueble no representó ningún riesgo para la población, pero sí alertó a las corporaciones de auxilio por el fuerte olor.
Según el bombero, es posible que la falla fue debido a que al momento de cargar el combustible la válvula del tanque estacionario quedó levantada.
“Lo que pudo haber pasado es que vino el repartidor y al parecer se quedó la válvula levantada con la línea de llenado cargada y fue lo que alarmó a las personas”.
El olor al combustible se expandió en oficinas del edificio y en el restaurante La Parroquia de la calle Enríquez.
“Se procedió a liberar la línea de llenado y no hay ningún riesgo, excepto por la molestia del olor”, finalizó.
