Orizaba, Ver.- El programa “La Escuela es Nuestra” es responsable de que al menos 15 planteles educativos públicos de Orizaba y Córdoba hayan suspendido clases presenciales para regresar al modo en línea, con ello, acusa Óscar Romero Aquino, exsupervisor escolar en esta zona, “se secuestra la calidad de la educación y de paso se merma el desarrollo académico de los alumnos”.
De acuerdo con el entrevistado, este problema se tiene en planteles bajo la tutela de la secretarías de Educación en Veracruz (SEV) y Pública (SEP), en la zona de Orizaba-Córdoba, “aquí vivimos en esta situación, que a la vez es un problema estructural que se está dando ante una apatía de la autoridad. Desde la pandemia se manejó una situación en que los maestros se fueron a dar clases extramuros, hubo logros muy importantes porque quedó demostrado que no se necesita estar dentro de las aulas sino también fuera de ellas”.
En ese momento “se crearon plataformas educativas en las que los maestros trabajaron muy bien, pero esto se ha distorsionado en la actualidad, pues con el programa La Escuela es Nuestra se les da recursos económicos a las escuelas para que construyan aulas, techos, canchas, pero esto degenera el sistema educativo porque todas suspenden clases”.
Ahora, explica, “a los directores les construyen un aula y todos los alumnos los envían a clases en línea, lo mismo sucede con otro tipo de construcciones, aquí la autoridad educativa está abusando de esa situación, porque no hay una supervisión y un acompañamiento, sobre todo cuidando la integridad de los niños; el hecho de que manden a tu hijo uno, dos o tres meses a casa porque van a construir un aula, denota una simplicidad de pensamiento directivo”.
La autoridad, asegura, “cree que para construir hay que suspender clases, es secuestrar la calidad de la educación. Hay alumnos de sexto año que, a unos meses de terminar el ciclo, los regresaron en línea porque están construyendo un salón. Esto va a mermar en la educación, todo esto es un problema generalizado”.
Ahora, agrega, “esta situación se vive en Córdoba y Orizaba, y entre ambas ciudades hay más de 15 escuelas en que se han suspendido las clases, por ejemplo, en la Venustiano Carranza federal; José María Morelos y Pavón; Melitón Guzmán y Romero; Manuel M. Herrera; Leona Vicario; Jardín de Niños Macarenco, de Córdoba; Agustina Ramírez; Miguel Hidalgo, Enrique Laubscher; Adolfo López Mateos; Jardín de Niños Librado Rivera, Venustiano Carranza y Martín Velasco de Alemán son algunas de las que ya suspendieron clases de uno a dos meses porque les dieron una obra”.
Qué bien que están haciendo obras, reconoce, “pero no hay necesidad de que suspendan las clases, hay que buscar un mecanismo tanto las autoridades educativas como las direcciones y los padres de familia para que no suspendan actividades presenciales, el año escolar que se les da a las nuevas generaciones es sumamente mediocre; dentro de tres o cuatro años, cuando egresen, todo eso les va a pegar académicamente, hace falta que las autoridades educativas realmente fijen una postura y no se pueda permitir la suspensión de clases a esas alturas del ciclo escolar”.
“Nos dicen: se van en línea a clases, pero los niños ya tuvieron clases en línea prácticamente dos años y es una afectación fuerte, además de que repercute en el medio rural porque los menores no tienen ningún apoyo para clases como en las zonas urbanas”.
En este caso, “la Secretaría de Educación en Veracruz y la Secretaría de Educación Pública no están haciendo nada, deben de aceptar de inmediato que no es conveniente la suspensión de clases y que de manera inmediata se vayan en línea. Este esquema no va a funcionar porque no existe la infraestructura suficiente en todos los hogares y para todas las escuelas, esto origina un desperdicio de recursos y un daño inimaginable para los niños, es lamentable que ninguna autoridad diga y fije una postura para que no se suspendan clases”, lamenta.
