El río Carneros en la ciudad de Xalapa supera 600 veces los niveles máximos permitidos para considerar el agua como posible de potabilizar o de uso recreativo, el afluente está convertido en un gran caño que cruza parte de la ciudad, revelan estudios.
Tomás Owen, integrante del proyecto “Agua pasa por mi casa” y de la iniciativa Global Water Watch (GWW), ha realizado monitoreos constantes a este río y advierte que el agua del Carneros “es peligrosa” por los altos niveles de contaminación.
El río Carneros que forma parte de la cuenca de La Antigua y es visto por muchos como un “caño” y causa de inundaciones en tiempo de lluvias es el ejemplo del deterioro ambiental provocado por la falta de planeación en el crecimiento de la ciudad, la contaminación, las invasiones y hasta la omisión de autoridades de todos los niveles de gobierno que usan sus facultades como la forma de evadir el problema.
Su situación es representativa de la contaminación de afluentes en el país. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) para que el agua sea potable no debe haber unidades formadoras de E-Coli. Según la medición para que el agua sirva para uso recreativo el máximo es de 250 unidades por cada 100 mililitros; para que se permita el contacto esporádico es de 600 UFC y para que el agua pueda ser potabilizable el máximo es de 1000 unidades.
Sin embargo, el río Carneros en el área cercana al Teatro del Estado presentó hasta 626 mil 666 UFC en promedio durante el monitoreo de 2018; es decir, 620 veces de lo que se considera como potabilizable
La situación no varía en la zona del IMAC, en donde el promedio es 471 mil 333 UFC de acuerdo con el monitoreo realizado en 2018; es decir, 471 veces por arriba de lo que podría servir para su tratamiento a fin de ser potabilizada.
Las autoridades del ayuntamiento de Xalapa están al tanto de esto y recientemente el secretario de Medio Ambiente, Juan Carlos Contreras, afirmó que a través de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento (CMAS) habría una intervención en el afluente, pero se desconocen los avances.
Para este trabajo periodístico se solicitó información al ayuntamiento de Xalapa y CMAS, pero hasta el cierre de esta edición no se aportaron datos ni se confirmó las constantes entrevistas solicitadas.
Tomás Owen explicó que en 2018 se realizó un monitoreo masivo comunitario de afluentes con el apoyo de voluntarios, ahí se incluyeron 123 puntos, principalmente en la cuenca del río La Antigua y algunos en la cuenca del Actopan y en la parte baja del Jamapa.
El proyecto Blitz mostró que las corrientes antes de la zona metropolitana de Xalapa están limpias, pero al pasar por la ciudad se contaminan por las descargas de contaminantes como materia fecal, solventes y detergentes de las colonias.
Ese estudio determinó que prácticamente todos los cuerpos de agua dentro de la zona metropolitana de Xalapa están contaminados y ninguno es apto para uso recreativo.
¿Qué se sabe de la intervención de CMAS?
Hace 15 días, autoridades del ayuntamiento de Xalapa y de CMAS acudieron al río Carneros para realizar jornadas de limpieza. Pobladores de la zona reportaron que hubo labores breves y luego de las fotografías necesarias, no hubo más comunicación.
Pudieron conocer por personal de la regidora Helen Sarmiento, encargada de la Comisión de Agua, Drenaje y Alcantarillado, que CMAS trabaja en un proyecto para la intervención de este afluente.
Pero antes, en 2019 se realizó la Estrategia para la Gestión Integrada del Recurso Hídrico de Xalapa —elaborada por las autoridades municipales y organizaciones de la sociedad civil— para atender la problemática en la zona.
Como parte de esta estrategia se estableció un Comité de Seguimiento que tuvo su última reunión al final de la administración anterior y en la actual gestión presidida por Ricardo Ahued no se ha reactivado.
El documento, de más de 150 páginas, advierte de que en la ciudad hay aproximadamente 153 mil descargas de drenaje residual y que 40 mil se van a resumideros en zonas rocosas, pero de las 113 mil que restan no todas están conectadas a plantas de tratamiento, lo que significa que son descargadas en ríos de la ciudad, como el Carneros.
Tomás Owen afirma que con esos datos, el primer paso que tendría que dar el municipio es determinar la potestad sobre los cuerpos de agua en la ciudad.
“Hay un círculo vicioso añejo, echarle la bolita a los demás. Municipio dice ‘no, eso no nos corresponde, como es un río le corresponde a Conagua’, y Conagua dice ‘como está en la zona urbana, le corresponde a CMAS’ y así se echan la pelota y nadie asume la responsabilidad de atención al río”, advirtió.
En el caso del Carneros tiene una zona federal declarada que va desde la Represa del Carmen (cerca del IMAC) hasta la represa de San Bruno, la Karl Marx; en agosto próximo se cumplirán 100 años de que se declaró como zona federal potestad de la Conagua, que no ha intervenido en el cuidado del afluente.
Municipio intentó resguardar el Carneros, Conagua pidió 8 mdp
Durante la pasada administración municipal se intentó llegar a un acuerdo con la Conagua para convertir la zona del Carneros en un parque lineal, pero este organismo solicitó el pago de 8 millones de pesos al año para entregar la concesión.
Esto se muestra en el documento “Estrategias de conservación territorial para la nanocuenca del río Carneros”, elaborado por Estefanía Ollivier Martínez, estudiante de la maestría en Gestión Ambiental para la Sustentabilidad de la Universidad Veracruzana (UV).
El entonces director de la Gerencia de Planeación de CMAS Xalapa, Ángel Parrairre, indicó que hubo intentos de obtener la concesión del río por parte de Conagua, para poder administrar y tomar acciones legales en este territorio; sin embargo, les exigían un pago por la concesión por aproximadamente 7 u 8 millones de pesos, lo que resultó poco viable para CMAS.
La falta de comunicación y coordinación en este afluente es tal que mientras el Carneros es competencia de Conagua en la zona federal que va del IMAC hasta la represa de San Bruno, el resto está bajo potestad del municipio.
Ante ello, Tomás Owen indica que se requiere implementar una reglamentación que permita defender los cuerpos de agua y sus márgenes, pues actualmente en el reglamento de Desarrollo Urbano hay un solo artículo, el 246 que se refiere a los márgenes, pero con términos muy vagos, al señalar que estas margenes son de 15 metros, sin delimitar si es en cada margen; o si es desde el centro del río hacia su orilla.
El segundo punto es instalar un colector marginal, para enviar los drenajes en un tubo y llevaron a una planta de tratamiento. A estas acciones se suma la urgencia de que CMAS cuente con un plan maestro para los drenajes de la ciudad.
“No saben por dónde tendrían que pasar los colectores marginales ni a dónde los tendrían que llevar porque no saben dónde podría quedar una planta de tratamiento”, señaló Owen.
