Orizaba, Ver.- El éxodo de migrantes veracruzanos a los Estados Unidos o al norte del país pareciera no tener fin, pues problemas económicos e incluso el cambio climático son factores que inciden en un aumento del flujo hacia esas zonas. Se calcula que siete de cada 10 familias de La Perla y Mariano Escobedo tienen al menos a uno de los suyos fuera de casa, señala Ramiro Páez, exalcalde de Mariano Escobedo.
El problema migratorio, aunque no es nuevo en esta zona, sí creció de manera significativa en los meses recientes, al grado, dice, que hasta 250 personas entre hombres y mujeres salen por semana de comunidades de los municipios de La Perla y Mariano Escobedo, por la falta de oportunidades de trabajo y de apoyos de parte del gobierno para hacer productivas las tierras; en las comunidades de las faldas del volcán Pico de Orizaba, la mayoría de las familias depende de la producción agrícola”.
El campo es la fortaleza de la economía de las familias de estas zonas, precisa, “pero desde hace bastante tiempo se dejó de tener buenas producciones que en determinado momento permitan que haya mejores expectativas de crecimiento. La migración se hace a través de autobuses que semana con semana acuden a determinadas comunidades de ambos municipios para llevarse a quienes se aventuran en busca de mejores condiciones económicas”.
La edad de las personas que migran es diferente, sin embargo, “en su mayoría se trata de jóvenes que ante la falta de oportunidades para seguir estudiando y de tener un trabajo con buen salario, prefieren migrar a otro estado de la República o bien hacia los Estados Unidos, en donde reside gran parte de los habitantes de este lugar”.
Asimismo, señala que, si bien las tierras agrícolas de la zona sí producen, hay factores que detienen el crecimiento de la economía local, “sobre todo el climático impacta en la producción, hay sequías prolongadas, o bien heladas e incluso suradas en temporadas inusuales.