Bonifacio Castillo Cruz, diputado del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en el Congreso solicitó a la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV) y a los ayuntamientos promover actividades recreativas o deportivas a fin de que los niños no se “esclavicen” con los teléfonos celulares o videojuegos.
Expuso que las herramientas tecnológicas son importantes como medio de comunicación, pero juzgó que pasar demasiado tiempo en ellas genera estrés y un envalentonamiento negativo, que terminan en hechos de violencia como el ocurrido en La Perla.
Cabe recordar que el 15 de enero un menor fue asesinado con un arma de fuego por su amigo de 11 años, luego de que perdiera en las “maquinitas”, como se le conoce también a los videojuegos, en la localidad El Tejocote de ese municipio.
“Tenemos que hacer un llamado a la comunidad, a través de las dependencias que tiene mayor contacto con ellos, para que haya una gran campaña de concientización que la gente no se esclavice de estos aparatos que utilizamos. Son herramientas buenas, pero muchos se esclavizan, se ponen nerviosos y caen en estrés. Es lamentable que un niño asesine a otro niño, no debería pasar en estos tiempos”, mencionó el legislador.
Castillo Cruz comentó que se deben promover campañas de convivencia sana entre niños y recuperar los valores en las familias y fomentar el respeto a padres y autoridad.
“Mi mamá me decía, hijo, ¿sabes de Perote?, en Perote llevan a los presos y les ponen una barra de hielo para castigarlos porque se portaron mal, porque robaron o asesinaron. Y nosotros teníamos ese temor. Y lo que son las ironías de la vida, ahí caímos presos”.
El diputado morenista refirió que padres y abuelos inculcaban respeto, por lo que consideró necesario volver a retomar la promoción de los valores en la familia y con eso fomentar la autoridad como una figura de respeto.
“Hace falta una verdadera concientización ciudadana para decirles a los niños que vivan su época de niñez, como debe ser: divertirse sanamente y sin tomar juegos peligrosos”, opinó.
Samuel era un niño de 11 años que fue asesinado a sangre fría por su amigo, quien usó el arma de fuego de su padre. Tras el crimen, toda su familia huyó de La Perla, municipio ubicado en la zona serrana de Zongolica, una zona considerada de alta marginación.
Hasta el momento la Fiscalía General del Estado no tiene pistas del paradero del padre y del menor, que a pesar del reclamo de los padres de la víctima, auguran que no habrá justicia.
