La insensibilidad se ha domiciliado en todos los niveles de la vida de nuestra sociedad hasta el grado de que, cada vez más, son insonoros e imperceptibles la voz de Dios y gritos de los pobres, aseguró la Arquidiócesis de Xalapa, al iniciar las celebraciones litúrgicas con motivo de la Cuaresma.
En el comunicado dominical emitido por la oficina de Comunicación Social de esta Asociación Religiosa se invita a participar en estas festividades para ir al encuentro de Dios y de los demás para formar una verdadera comunidad, en la cual todos tengamos la oportunidad de escucharnos.
Dios nos hace oír su voz en nuestra conciencia para que vayamos al encuentro y a la escucha de los demás que padecen hambre y necesidad de todo tipo, se indica.
Además, se menciona que este lugar elevado es un tiempo especial de gracia y una invitación abierta para que todos nos sintamos una verdadera comunidad solidaria, en la que disfrutemos de los beneficios y afrontemos juntos todas las problemáticas sociales que están presentes todavía en nuestra sociedad veracruzana.
La Cuaresma es un tiempo fuerte por dos razones. Primero, porque es grande el acontecimiento salvífico que se celebra: el misterio de la entrega de Cristo por amor al hombre. Segundo, porque es igualmente mayor el empeño y la dedicación que se le pide a todo bautizado en su lucha contra el mal y en su solidaridad con los más necesitados de la sociedad.