Orizaba, Ver.- En dos terrenos de amplias extensiones, uno en Ixtaczoquitlán y otro en Río Blanco, se pudiera encontrar parte de los 300 desaparecidos que se registran en la zona centro del estado, pero los trámites burocráticos y los tiempos que el Poder Judicial impone dificultades a las labores de búsqueda que familiares de víctimas realizan en el que se estima uno de los cementerios clandestinos más grandes del estado.
Al respecto, Aracely Salcedo Jiménez, representante del colectivo “Familiares de Desaparecidos Orizaba-Córdoba”, confirmó la reanudación de labores de búsqueda de fosas clandestinas en uno de los lugares que ya se considera como una de las fosas más grandes, no únicamente de la zona centro del estado, sino incluso de la entidad, debido a la cantidad de fosas que se han encontrado en las primeras actividades de búsqueda.
Incluso, recuerda, los trabajos de búsqueda en ese lugar quedaron en suspenso, debido a cuestiones de permisos otorgados por los jueces, quienes analizan el autorizar o no los trabajos de búsqueda, “que es una de las labores que debe realizar la Fiscalía y no los familiares de las víctimas”.
En los terrenos de Campo Grande, “se trata de predios en donde los trabajos se quedaron detenidos debido a la situación que prevalece en esta zona, que es bastante delicada, sobre todo en materia de seguridad, que se desprende de la gran cantidad de restos humanos y fosas que se encontraron en ese lugar, a unos cinco kilómetros del centro del municipio de Ixtaczoquitlán. Vamos a trabajar, no se tiene una cantidad exacta de fosas, porque se quedó todo en standby y por eso se va a retomar este trabajo, se va a hacer una prospección, para encontrar lo que aprendimos hacer, que es buscar fosas clandestinas”.
La búsqueda más reciente se realizó hace poco más de seis meses, pero se suspendió, por cuestiones de inseguridad, según se conoció, aunque nunca fue confirmado.
Pero esa no es la única búsqueda que está detenida: otro de los puntos que es noticia por la cantidad de fosas y cuerpos recuperados es el ubicado en el llamado Rancho Cali, que se localiza en la congregación Vicente Guerrero, en Río Blanco.
En este caso, precisa, “no le hemos avanzado, estamos trabajando bajo términos legales del juez y los términos no juegan a nuestro favor, los términos acaban, culminan y tenemos que volver a hacer solicitud para volver a iniciar las diligencias”.
