Orizaba, Ver.- La reforma a la ley minera del país obligará a los empresarios del ramo a “rendir cuentas de la contaminación y los cambios en el uso de la tierra” y en caso de no resolver los impactos ambientales sus concesiones serán canceladas. “La reforma prohíbe la exploración y extracción en áreas con escasez de agua demostrada y en áreas protegidas, así como la minería submarina. Las comunidades indígenas recibirán el 5 % de los beneficios de la explotación minera”, refiere un estudio elaborado por Karina Bautista, integrante del Fondo para la Comunicación y la Educación Ambiental AC, y Diego Prida, estudiante de Sustentabilidad Ambiental de la Universidad Iberoamericana.
Según el documento difundido por la agrupación agua.org hay intentos “de ciertos actores políticos y empresariales que buscar revertir la reforma de la ley minera” que el 8 de mayo de 2023 se publicó en el Diario Oficial de la Federación.
Esta reforma, que adiciona y deroga disposiciones a la ley minera, “es resultado de una lucha de años, de pueblos, comunidades, colectivos y organizaciones mexicanas que empujaron la reforma en pro de la defensa del medio ambiente y los recursos naturales y por primera vez se pone a la vida y a la dignidad sobre intereses empresariales. No obstante, hay intentos de ciertos actores políticos y empresariales que buscan revertir la reforma. Por tal motivo, consideramos que es de suma importancia traer a colación el tema de la minería, específicamente, la minería a cielo abierto, ya que el 22 de julio conmemoramos el Día Mundial contra la Minería a Cielo Abierto”.
Advierte que “la minería a cielo abierto es una industria que produce graves impactos ambientales, visuales, humanos y culturales. Consiste en la explotación de recursos no renovables que yacen debajo de la corteza superficial de la tierra y su grado de impacto depende del tipo de mineral que se pretenda extraer”.
Estas actividades “se desarrollan en la superficie, donde el depósito mineral se encuentra sobre el suelo o a muy poca profundidad; para instalar una mina a cielo abierto, se necesita considerar diferentes aspectos, tales como los geotécnicos, las propiedades físicas, químicas y geológicas del mineral a extraer, las leyes y regulaciones ambientales locales del sitio donde se pretenda instaurar y la viabilidad económica de llevar a cabo un proyecto como éste”.
“Una vez hecho el análisis general, se inician los subprocesos. De manera burda, el primero de ellos consiste en fracturar o fragmentar la roca, empleando explosivos controlados que afectan la capa superficial de la tierra. Posteriormente, se obtiene el material mineral para ser transportado y procesado en la planta”.
Este proceso de “hacer una explosión” parece muy sencillo, no obstante, “los impactos socioambientales que genera son devastadores. Entre los más comunes se encuentra la alteración de la superficie terrestre pues causa daños y modificaciones en la capa externa de la tierra, generando grandes volúmenes de residuos y alterando la morfología del terreno local”.
