Habitantes de Nanchital rechazaron la instalación del relleno sanitario regional en su municipio, pues aseguran que el predio que se va a utilizar está conectado con los pozos que abastecen de agua a la ciudad y es muy cercano al arroyo Tepeyac, uno de los afluentes que atraviesa varias colonias.
Más de 600 personas se reunieron frente al palacio municipal, con pancartas y lonas, para exigirle a las autoridades que no aprueben el cambio de uso de suelo de un predio donde se pretende establecer el nuevo relleno sanitario regional.
Este proyecto data desde el año 2019, cuando un particular inició el proceso para establecer un relleno sanitario privado, donde se iban a confinar todos los residuos sanitarios de ese municipio, sin embargo, a través de movilizaciones los ciudadanos lograron que el proyecto no pasara en el cabildo.
En esta nueva administración se reactivó este proyecto, pero recibiría alrededor de 650 toneladas de basura que se producen en los municipios de Coatzacoalcos, Cosoleacaque Minatitlán y Nanchital, cuando las normas oficiales refieren que solo pueden recibir 200 toneladas.
Tras el anuncio del presidente Andrés Manuel López Obrador sobre este nuevo proyecto en su municipio, los ciudadanos señalaron que no fueron consultados y todos los acuerdos con la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) se tomaron a espaldas de ellos, por lo que anunciaron movilizaciones para los próximos días.
Tras acusar a la alcaldesa de Nanchital, Esmeralda Mora, de haber traicionado a su pueblo, indicaron que iniciaron un proceso legal para lograr un amparo e impedir que se instale este relleno sanitario. El principal argumento es que el terreno donde se va a instalar el relleno se encuentra muy cerca de la batería de pozos que abastecen de agua potable a todo el municipio, así como de un arroyo que pasa por varias colonias.
Consideraron que no es adecuado para establecer este nuevo proyecto, ni mucho menos podrá recibir toda la basura de los municipios más grandes de la zona sur. Los manifestantes exigen que cada municipio se haga cargo de sus desechos y rechazan que Nanchital se convierta en el basurero de la región sur, ya que también reciben la contaminación de los complejos petroquímicos de Pemex y de Braskem-Idesa.
Recordaron que en varias ocasiones, los habitantes han tenido que salir de sus casas por las fugas de los ductos de Pemex y ahora, les quieren instalar otro proyecto contaminante. La alcaldesa de Nanchital, Esmeralda Mora, y personal de la Sedema, no quisieron salir de sus oficinas, los funcionarios municipales observaban la manifestación desde las ventanas y el ingreso al palacio municipal fue cerrado.
Se busca crear espacios óptimos para el manejo de desechos
Juan Carlos Contreras Bautista, secretario de Medio Ambiente, dio a conocer que con la creación del Organismo Público Descentralizado Intermunicipal, en febrero del presente año, se saneará totalmente la zona donde por mucho tiempo operó el basurero a cielo abierto de Las Matas, en los límites de Minatitlán y Coatzacoalcos.
Entrevistado antes del Foro de Bioética Animal, en el que participaron expertos en la materia, el funcionario estatal precisó que este organismo operará inicialmente con 200 millones de pesos para la ejecución de los trabajos de remediación del área mencionada y poder sanear los tiraderos que contaminan el medio ambiente.
Explicó que tras el anuncio presidencial de clausurar el tiradero a cielo abierto de Las Matas, el cual se hará efectivo en breve e iniciar las operaciones del relleno sanitario en el municipio de Nanchital, donde se depositará los desechos sólidos de Minatitlán, Cosoleacaque, Coatzacoalcos y Nanchital.
Expresó que con estas acciones se busca desaparecer esas áreas contaminantes y crear espacios óptimos para el tratamiento y destino final de los desechos sólidos y recalcó que tan solo en esa región se tienen además de Las Matas, el de Villa Allende y Nanchital, que son más de 20 hectáreas cada uno, otro de diez y otro más de cinco.
Reiteró que para eso son esos recursos, para sanear esos tiraderos y para conformar un sitio que sirva y que la obra tenga las condiciones de ingeniería, para poder dar destino final, sin que de estos sitios salgan productos contaminantes, como biogases y lixiviados que se producen.
