Orizaba, Ver. – Una escalada de violencia y mayores riesgos se prevé en el mundo del trabajo sexual en la zona de Orizaba, las condiciones en las que se labora sitúan esta la actividad “en una alta vulnerabilidad”, pero sobre todo a merced de las bandas de explotación sexual, quienes en redes sociales siguen y ubican a quienes lo ejercen “como potenciales víctimas del lenocinio”, advierte Jairo Guarneros Sosa, activista social.
Al respecto, señala que las condiciones en las que laboran las trabajadoras y trabajadores sexuales, en la zona centro del estado, “son altamente preocupantes, sobre todo porque además de la inseguridad, enfrentan otra situación que tiene que ver de alguna manera con la discriminación”.
La discriminación que sufren “se refleja, por ejemplo, en ignorarlas como gremio. Eso ha sucedido siempre y sucedió ahora con la pandemia, ningún nivel de gobierno volteó hacia ellas para proporcionarles ayuda como raquíticamente lo hicieron con otros sectores; obligarlas a hacerse exámenes médicos y además como en Córdoba en laboratorios particulares, es otra de las acciones discriminatorias que se ejercen en contra de ellas”.
Aun así, este sector no atraviesa situaciones tan graves como sucede por ejemplo en la Ciudad de México, en donde son desaparecidas e incluso asesinadas en hoteles de paso, en donde son citadas por sus victimarios, “pero es difícil precisar, pues en el estado no se cuenta con mucha información, pero el año pasado de los feminicidios que hubo algunas de eran trabajadoras sexuales, sobre todo del sur del estado”
–¿Qué hacen las políticas públicas en torno a este caso?
“Nada, no hay políticas públicas para el trabajo sexual. En las campañas políticas todos los partidos se ofrece atender al sector, incluso Movimiento Regeneración Nacional (Morena). Pero, ¿qué no prometió Morena? Mucho, pero no ha cumplido y lo que haya prometido hacia el trabajo sexual tampoco lo hará. Los gobernantes creen que cerrando los ojos ante el trabajo sexual dejará de existir, prefieren que los ayuntamientos, sean cual sean sus colores las siga extorsionando, en algunos persiguiendo y criminalizándolas”.
Ahora, con las restricciones de movilidad y cierre de fuentes de empleo, por motivo de la pandemia, el trabajo sexual creció de forma exponencial. “Yo creo que en un 50 por ciento en la zona” refiere; sin embargo, hay una nueva forma igual o más riesgosa de ejercer el trabajo sexual, como lo es en redes sociales. “Están resultando un riesgo y una oportunidad para quienes deciden dedicarse al trabajo sexual sin que sean ubicadas públicamente”.
–¿Qué tipo de riesgo hay en las redes?
“Ser víctimas de redes de explotación, además de asaltos o de locos. Ahí no tienen quién las cuide y ahí en eso puede presentarse la función de las redes de explotación sexual, además podría ser más fácil que enfrenten agresiones, abusos sexuales e incluso asesinatos”.
–¿En Orizaba y la región hay casos de agresiones y abusos registrados?
“Seguramente hay, pero no se denuncian. Eso es lo más grave”.
–Los diputados locales ¿Qué hacen por los y las trabajadoras sexuales?
“Nada, absolutamente nada, vaya ni siquiera piensan en ese gremio. Cambiaron los colores, las prácticas anteriores siguen y se ahondan aún más”.