jueves, junio 27, 2024
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Veracruzanos: actitud a largo plazo

Dinero Tropical

Por José Hernández Herrera

Existe la expresión “el pez no se da cuenta que vive en el agua porque siempre ha vivido ahí” para referir a la idea de que existen otras formas de vivir o pensar diferentes a la de nosotros de las cuales no sabemos que son normales para otros. 

Cuando las personas suelen viajar o visitar a otras familias, pueblos, otros estados de la república y sobre todo a otros países, se puede fácilmente contrastar nuestros hábitos y costumbres con los de otros pueblos. Ahí es cuando podemos contrastar las diferentes formas de vida.

Estos contrastes se pueden observar en infinidad de temas como la forma de vestir, la comida, la vestimenta, la religión, el sexo y para lo que toca a mi tema, sobre los hábitos financieros.

En otras culturas con niveles de desarrollo económico altos, los temas como hábitos de ahorro, la de compra de seguros, el crédito como una herramienta de crecimiento, la percepción hacia los bancos contrasta con el imaginario colectivo de los veracruzanos.

En México, hablando específicamente de una actitud a largo plazo, según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2021, ante la idea de “ahorrar para el futuro vs gastarlo en el presente”.  La encuesta nos dice que entre mayores niveles educativos se tengan, mayor aceptación se tiene a una actitud a largo plazo en vez de la inmediatez. 

Esta cultura de la inmediatez por supuesto no tiene una explicación meramente de niveles de estudios. Un factor decisivo es que entre más nivel educativo se tenga también está correlacionado con un mejor nivel de ingresos económicos. 

En el caso de los niveles más bajos económicamente, muchas veces sus ingresos son menores y “vivir al día” es en buena parte una condición de vida y no tanto una actitud. 

Y sin embargo, paradójicamente, el tener una visión a largo plazo es posiblemente una de las mejores herramientas para que una familia con carencias pueda tener mayor resiliencia financiera ante los infortunios comunes de la vida y una prosperidad sostenible. 

El tema de planear e implementar una estrategia financiera a largo plazo no es tan sencillo como parece. Un factor genético y evolutivo de los seres humanos genera una predisposición para vivir en la inmediatez. Este fenómeno llamado “inconsistencia temporal” por los economistas de la conducta nos explica que los seres humanos valoramos más el presente que el futuro. Preferimos gratificaciones inmediatas en vez de mayores beneficios a largo plazo. Esto sucede porque nuestro cerebro aun funciona como lo hacían el de nuestros ancestros quienes vivían protegiéndose del peligros del día, peleando por el siguiente alimento y preocupado por donde dormir esa noche. 

Para ahondar más el problema, hasta hace algunas décadas, el propio sistema político mexicanos generó esa propia desconfianza para planear el futuro financiero de los veracruzanos. En los últimos 50 años, las generaciones de nuestros abuelos y padres vivieron las crisis económicas de 1976, 1982 y 1994 donde los ahorros y la confianza en el sistema financiero se fueron por los suelos por temas como las devaluaciones e inflación. Manejar el dinero por medios informales como tandas, prestamos entre amigos e invertir en terrenos y la construcción de viviendas como inversión se volvió algo que la sabiduría común indicaba que era lo mejor. 

Sin embargo, para el veracruzano del siglo XXI tanto en el ahorro como en muchas otras áreas donde la gratificación inmediata se interpone existen formas de ser aplicadas con éxito estrategias para nuestro “yo del futuro”.

Lo primero es que nuestro sistema financiero y en general nuestra economía y democracia se encuentran fortalecidos. Las instituciones financieras, especialmente las Fintech, ofrecen cada vez más una serie de productos más competitivos ante los bancos tradicionales que han creado un oligopolio en el sistema financiero.

Ya en el lado de la educación financiera, estrategias como “págate a ti mismo primero” que ya tienen más de un siglo dentro de la cultura estadounidense y que incluso hoy en día se han sofisticado con herramientas digitales que permiten hacer del ahorro una tarea automática a través de tarjetas de débitos y cuentas de inversión. 

Todo se trata de simplemente empezar a culturalizar el tema del ahorro y de forma aun más precisa el ahorro para invertir a largo plazo entre los veracruzanos.