Marcelo Ramírez Ramírez
En la época de hegemonía del PRI sus candidatos a puestos de elección popular siempre ganaban, sin importar su perfil, ni trayectoria, ni competencia en el oficio político. La imagen del diputado dormido en su curul era familiar; al diputado de marras ni le interesaban, ni entendía los asuntos en discusión, se limitaba a emitir su voto como le indicaba el líder de la bancada. Los asuntos relevantes para el Presidente de la República o los gobernadores, eran responsabilidad de unos pocos políticos avezados que los sacaban adelante. Así funcionaban las cosas. La estructura territorial del PRI, el respaldo corporativo, la inercia ciudadana y ciertos logros de los gobiernos priístas, garantizaban indefectiblemente el triunfo electoral.
Recuerdo una anécdota del maestro Ramón G. Bonfil, que nos contó a un grupo de maestros aquí en Xalapa en el año de 1981. Con motivo de un acto de apoyo masivo en Pachuca, Hidalgo al licenciado Manuel Sánchez Vite, candidato al gobierno el Estado, y ante el entusiasmo ruidoso de los presentes, éste último le comentó al entonces Presidente del CDN del PRI Jesús Reyes Heroles: Mire licenciado cómo me quiere la gente. Don Jesús, que no hacía concesiones a la mitomanía de los políticos, le respondió: no se haga p… Candidato, todo esto se lo debe al partido; sin el partido usted no es nadie.
En la actualidad, con MORENA pasa un fenómeno similar. La diferencia es que MORENA aún no ha madurado su estructura partidista y su convocatoria depende del carisma del presidente Andrés Manuel López Obrador. El tabasqueño desarrolló, en el largo período de su lucha política hasta llegar a la presidencia en 2018, un estilo eficaz de comunicación con el pueblo, que llevó a su culminación con una política social que, con todas las objeciones que se le puedan hacer, ha consolidado su autoridad carismática. Cualquier candidato de MORENA, inicia la carrera en busca de los votos con una ventaja indudable sobre sus adversarios, porque lleva sello de origen, sin importar si realmente cuenta con las herramientas del oficio, capacidad y sensibilidad para gobernar un pueblo lleno de carencias y contradicciones sociales.
Ya señalé que la comparación entre el PRI de sus mejores años y MORENA, no es simétrica. Ahora el electorado cuenta con nuevos aprendizajes y, poco a poco, va perfilándose a una decisión más racional, que lo lleva a optar no sólo entre partidos e ideologías, sino entre candidatos, sopesando pros y contras de su personalidad; considerando cualidades como el carácter que hace del individuo alguien capaz o incapaz de decisiones firmes y, también, apto para asumir un compromiso con una determinada concepción política. Estas circunstancias, sin ser aún decisivas, aluden a un electorado diferente que toma conciencia de su importancia en la configuración de la voluntad popular. Esto significa que, para MORENA, los candidatos necesitan pasar por la evaluación ciudadana, para que ésta se asegure de su idoneidad. El impulso ganador proviene entonces tanto, del respaldo de la figura central del Movimiento de Regeneración Nacional, como de las dotes de convencimiento del propio candidato. ¿Qué tanto pesa, en el caso de Veracruz el segundo de los factores analizados? Lo sabremos a lo largo de la disputa de los aspirantes por obtener la responsabilidad de defensores y garantes de la continuidad del Movimiento Lopezobradorista.
En la lucha para ganar la encuesta de donde saldrá el o la elegida para asumir la Coordinación Estatal de los Comités de defensa de la 4T, se espera la participación de varias figuras conocidas, en mayor o menor medida, por los veracruzanos. Veamos de quienes se trata: Lic. Eric Patrocinio Cisneros Burgos, Lic. Zenyazen Roberto Escobar García, Dra. Claudia Tello Espinosa, Lic. Manuel Rafael Huerta Ladrón de Guevara, Ing. Rocío Nahle García, Lic. Sergio Gutiérrez Luna y Maestra en Ciencias Políticas Citlalli Navarro del Rosario.
Como vemos, son varios y variados los perfiles políticos. A los licenciados Eric Patrocinio, Zenyazen Escobar, Manuel Huerta, la Dra. Claudia Tello y la Maestra Citlalli Navarro del Rosario, se les presenta la oportunidad de darse a conocer en forma amplia y más a fondo, para convencer al electorado de la legitimidad de su aspiración. Deben convencer asimismo a los comunicadores sociales, analistas de la vida pública y actores importantes de la política en general. Requieren por tanto de un discurso coherente, consistente y propositivo, sin caer en el juego sucio de las descalificaciones, buscando no fundar su triunfo más en los defectos del adversario que en las propias cualidades. Es ya un espectáculo cotidiano, ver y escuchar en los medios las opiniones superficiales y oportunistas de miembros de la clase política, de todos los partidos, hay que decirlo, sobre los problemas del país. Salvo honrosas excepciones, alarma la elemental visión de nuestros representantes populares.
En el caso del Lic. Manuel Huerta, por lo que se sabe, es hombre serio, discreto y que ha venido trabajando a nivel territorial, ganándose la simpatía de personas y grupos con los que ha entrado en contacto en el transcurso de los últimos años, en su calidad de responsable de los programas sociales en Veracruz. En lo que se refiere a la Ing. Rocío Nahle y al Lic. Sergio Gutiérrez Luna, ambos llegan precedidos de los resultados de su desempeño en el gobierno federal. La primera, como encargada de la Secretaría de energía, ha tenido en sus manos uno de los grandes programas del presidente Andrés Manuel López Obrador. Sergio Gutiérrez Luna, a su vez, supo lidiar con firmeza y talento con las dificultades que se le presentaron al frente de la presidencia de la legislatura federal, su trabajo abonó al entendimiento entre diferentes intereses políticos, representados por los miembros de esa legislatura, lo que a su vez redundó en la aprobación de iniciativas esenciales para los proyectos del gobierno federal. Como veracruzano ha mantenido un contacto permanente con diversos sectores de la sociedad. Sus aspiraciones a gobernar Veracruz como expresión de MORENA, podrán justificarse a través del proceso que ha dado inicio, mediante el cual los militantes del movimiento podrán discernir qué aspirante ofrece garantías a la continuidad del Movimiento de Regeneración Nacional en nuestro Estado, que no puede ser aplicación de recetas del partido, sino interpretación responsable y creativa de las necesidades y problemas de los veracruzanos.
Sea quien sea el ganador o ganadora para representar la causa de MORENA en la elección por la gubernatura del 2024, su tarea fundamental consistirá en convencer a la ciudadanía, de que el MOVIMIENTO DE REGENERACIÓN NACIONAL, tiene futuro aún sin el liderazgo del Presidente López Obrador, porque está en condiciones de ofrecer un futuro viable y de oportunidades al pueblo de Veracruz.
