jueves, abril 25, 2024
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IPE confianza y renacimiento

Los trabajadores al servicio del Gobierno del Estado de Veracruz, desde la mitad del siglo pasado (1950), depositaron valiosas cuotas, durante 30 años o más de sus cotizaciones quincenales al Instituto de Pensiones del Estado, mejor conocido como IPE, ahí se radicó el ahorro de dichos empleados públicos. Sin embargo, para nadie fue un secreto que el IPE funcionó históricamente como la secreta “caja chica” del gobernador del Estado, ello paulatinamente resultó en una fraudulenta administración que implicó la llamada quiebra técnica del Instituto, que no era otra cosa que; en el futuro cercanos se agotarían los ahorros de varias décadas de los funcionarios. A ello hay que sumarle el incremento a la esperanza de vida de la población que implicó como en el resto del mundo reajustes en la organización del funcionamiento de las instituciones de este tipo. Además dado el modelo neoliberal de la limitación de contrataciones al servicio público y por ello la limitación del monto de las cuotas de los ahorradores.

El Panorama sonaba desolador para miles de personas mayores, durante los tiempos del corrupto Duarte de Ochoa, personas de la tercera edad e inclusive ancianos, ante atrasos e irregularidades de la entrega de sus pensiones realizaron protestas y fueron encapsulados por policías, se documentaron connatos de violencia que resonaron a nivel nacional e internacional. Esos tiempos aciagos al parecer llegaron a su final. No obstante, he escrito contra las aberraciones de las pasadas administraciones del gobierno del estado del Veracruz, a las cuales sobre todo en tiempos de Fidel Herrera, Duarte y Yunes califiqué de Caquistocracia (Gobierno de las peores personas), e inclusive de la actual de Cuitláhuac tengo muchos reclamos que hacerle y he hecho por escrito, en este mismo medio; he de admitir, ahora también, que Daniela Griego y los funcionarios a su alrededor están cambiando para bien la historia del IPE.

Tengo entendido que a partir de este gobierno la llamada quiebra técnica ha sido superada, lo que es mucho más que una buena noticia, para las finanzas estatales, pero más aún para los miles de ahorradores. Por experiencia propia, he verificado que los espacios que el instituto adquiriera con los ahorros de más de siete décadas se están rehabilitando. En particular, he visitado la Estancia Garnica, una finca de café y hacienda que la convirtieron por varios años en asilo de ancianos. Que luego pasó a estar desocupada y prácticamente abandonada. En tiempos de prevalescencía neoliberal fue cuartel de policías y militares. Hoy se reinauguró, como era su sentido original cuando el IPE la adquirió, como espacio para personas de la tercera edad y jubilados. Con salones para entretenimiento, gimnasio, actividades culturales, restaurant y biblioteca.

Mi pluma se ha dedicado por más de tres décadas a la crítica educativa, política y social. Pero ahora también es momento de reconocer aciertos, no es fácil para mí, sin embargo las cosas bien hechas no deben dejarse de reconocer. Y aquí mi testimonio, que demanda darle gracias a los mencionados por su función pública acertada.

Luis Bello Estrada

Dr. Marco Aurelio Martínez Sánchez; Subdirector Administrativo del IPE y a su derecha Lic. Daniela Guadalupe Griego Ceballos; Directora General del IPE.